martes, 1 de marzo de 2016

Yongala

Increible. Impresionante. Descomunal. Todo bajo el agua era inmenso  y todo bajo el agua estaba vivo. Da igual que aparezca como una de las mejores inmersiones del mundo en todos los rankings, es verdaderamente único y sorprendente.


El Yongala es un pecio hundido hace más de 100 años, un barco de pasajeros fabricado en Inglaterra, en la época del Titanic, en 1903, que se hundió aquí en un ciclón en el año 1911. Un barco de vapor, que tardó sólo 44 días en venir de Inglaterra a Australia. Hacía la ruta por la costa de Melbourne a Cairns y en medio del ciclón se hundió sin que nadie se enterara hasta días más tarde. Más de 250 víctimas que por lo visto siguen dentro - al barco no se puede entrar desde los 90 cuando pillaron a algún turista alemán con huesos en el aeropuerto- También iba un caballo de carreras y un toro, al menos eso me cuentan entre inmersiones.

He decidido venir desde Ayr porque es sólo media hora de barco cada trayecto, desde Townsville más de tres. La playa de Alva es una zona totalmente salvaje, el barco lo llevan al agua en un tractor y a nosotros a la playa en un todoterrereno, todo muy de aventura. Sólo hay una compañia que va desde aqui, sólo vamos ocho a bucear, exclusivo, esto no es Asia y las dos inmersiones son unos 200 euros por cabeza. El mar es distinto en cada lugar, pero aquí el equipo no es peor que en cualquier sitio que haya estado en Asia - igualmente todo chino pero más usado-, el servicio tampoco es mejor -mucho papeleo y mucho esperar- y eso sí extremadamente atentos a la seguridad, incluso buscando en Internet la titulación PADI (claro que si no eres Advanced  te cobran más por ir, a lo mejor de ahí tanto interés)


El paseo en barco y la salida de la playa es bastante espectacular. El capitán es muy australiano, con un acento un poco mas del demonio de lo normal, las dive masters muy agradables y atentas. El barco se hundió en mitad de la nada, en el medio del mar, así que enseguida perdemos de vista la costa. Al llegar el primer lujo, somos el único barco y los únicos buceadores del día. 

Nada más bajar por la línea la primera imagen que recuerdo es más como una visión,  el casco del barco se mueve, pero no es el casco, es que todo encima de él está vivo!!! Está totalmente cubierto de peces, no dejan ni un hueco para que se vea el metal, toda la popa ondula bajo los animales. Me quedo en éxtasis.


Tardo poco en salir del éxtasis  para entrar en otro, en paralelo al casco hay una especia de mero descomunal, como de tres metros, flotando en el azul, rodeado de centenares de peces pequeños que lo siguen como una coraza. Pese al tamaño se aleja si te acercas demasiado.


Lo siguiente que recuerdo es una lluvia de peces gigantes en todas las direcciones, todos de un tamaño descomunal. Este barco se ha convertido en el único arrecife en kilómetros de distancia,  atrae a todos los animales de la zona, está superpoblado. Continuamente se ven pasar trevelly, atunes, meros,  groupers,  snappers, murciélagos, ángeles,  .... todo talla XXL. Sin palabras.

También hay bancos de peces de todos los tipos y tamaños,  de todo muy junto, grandes y pequeños,  se te pasan por la máscara sin previo aviso, te toman por uno más y estás dentro de la acción continuamente. La corriente no es muy fuerte -cosa que me temía al estar tan en el medio del mar - y se aprecia todo perfectamente aunque la visibilidad será de unos diez metros, no gran cosa.


Es como estar en una pecera gigante, he grabado algún video largo, casi sin mirar mientras me fijaba en algún otro bicho, es realmente una inmersión en que cada segundo cuenta,  cada momento tiene algo más,  es realmente como una película exagerada del fondo del mar.

Al dar la vuelta a la proa del barco lo único que cambia es la luz y la corriente, no la acción.  De este lado te dejas llevar, pero aquí es donde hay más y más grandes bichos. También Napoleón, muchos de dos metros, los potato cod de grandes labios como operados, peces unicornio verdes grandes como nunca los había visto.


De este lado me doy cuenta finalmente que estoy viendo un pecio, se me había olvidado,  casi no me fijo en el barco,  de este lado se ven las ventanas y algo del interior, también se ve alguna morena asomada a la misma ventana que no me mira con buenos ojos, aunque realmente tengo a todos los bichos pegados y no dejan de pasarme por delante.


Veo algún gigante más con su tribu de pequeños flotadores y muchos murciélagos  muy muy grandes en grupo, aprovechando el pecio como estación de limpieza, ni se inmutan.  Como siempre debajo del agua el tiempo pasa rápido pero hoy más, nos quedamos  a disfrutar en la popa cerca del cabo y allí se ve alguna serpiente oliva que viene de la superficie a meterse dentro del casco.

La parada entre inmersiones es lo peor, aunque mucho mejor de lo esperado. Hace un día estupendo, con poco aire y el barco se mueve poco, pero estoy loco por poder volver a entrar. El lujo en el descanso es ver a las tortugas subiendo a respirar, pero sobre todo las serpientes, hasta tres vemos flotando en el agua, nadando, todas oliva y todas bien gordas. No lo había visto nunca.



La segunda inmersión nos la dejan hacer solos, sin guía,  mucho mejor, aunque en el pecio nos molestamos poco, somos sólo ocho y el barco tiene más de 100 metros. Nada más bajar nos encontramos a un gigante al que al acercarnos huye hacia el interior del pecio, lo veo pasar justo delante, es una mole, y todos los pececillos no se separan ni un momento. 

El resto de inmersión es como la primera de espectacular,  pero le damos dos vueltas y ahora más arriba,  de hecho llego justo al buceo sin descompresión. La parte más profunda esta a 30 metros y la más alta a 15.


Hay tres puntos en los que la actividad es frenética y me dedico a andar por esos tres puntos, en la popa, y en los dos laterales. En estos sitios se juntas todos los peces gigantes,  y las barracudas, trevelly  y atunes se dedican a cazar, así que el resto de tropa anda alterada alrededor.


Vemos alguna tortuga también y algún pez león que aquí no llaman la atención,  son los gigantes los que no paran de sorprender. Me voy con ganas de ver al tiburón guitarra el único bicho que no veo de los que tenia ganas en esta inmersión,  pero incluso cuando nos vamos volvemos a ver más serpientes subiendo y bajando. Son bonitas, pero me dan impresión. 

Ha si un verdadero lujo. Difícil de contar e imposible de olvidar. Nada más terminar no volvemos a la playa, ha habido suerte y tampoco hemos tenido medusas abajo, en la playa si hay alguna. Nos vienen a recoger en Land Rover y nos tomamos una barbacoa local antes de irnos a Townsville.


Uno de los chicos es de Israel y me recomienda un sitio de una amiga en Madrid, la hummuseria,  iré a la vuelta. Otro es Mark, un inglés que lleva 20 años en Madrid, y a lo mejor ahora se va, ... nos podríamos cambiar los últimos diez años de trabajo. 

Me han debido picar diez mosquitos aqui era terrible, lo malo de la naturaleza salvaje. Por la carretera  de la playa de camino a Townsville vemos canguros cruzando la carretera, hoy con sol, el último regalo de un gran día,  justo después del 29 de febrero.  Justo para celebrar 1 año de sabático. 

Dormimos en Townsville, ess una ciudad muy agradable, grande pero tranquila. Desde aquí salimos a  Magnetic Island pero no paramos, hoy sólo a dormir. Parece que han encontrado un cocodrilo de 5 metros en la playa. El hostal es raro raro, como un motel americano, en el baño anuncios para tratamientos  de depresión. .. no me extraña,  es un lugar con personajes. Yo ya me he hecho con más merlot para evitar problemas  y celebrar mi dia


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