Estamos al lado del Parque Nacional de Rocky Cape así que ahí hacemos la primera parada. El nombre es muy descriptivo, un cabo todo de roca, de formaciones rojas de piedra en las que se hundieron muchos barcos. Parece ser que es un gran sitio de buceo, a mi me da un poco de frío pensarlo.
Seguimos de vuelta por la costa y me desvío para ver Table Cape, igual de imaginativo el nombre, es un cabo con forma de mesa. No se aprecia cuando estás encima pero si desde la distancia cuando se ven los acantilados. El paisaje es realmente bonito, de aldeas de campo y mar, y ciervos como ganado. Al fondo un faro al lado de una granja de tulipanes con toda la costa a los pies.
Empezamos a bajar al sur para meternos en el salvaje oeste, toda la parte de Tasmania aun más verde, aún más salvaje, toda ella declarada patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, más de millon y medio de hectáreas con apenas una carretera que la cruza de norte a sur y de este a oeste.
Vamos al Parque Nacional de Cradle Mountain y Lake St Clair, un mismo parque al que vamos a ir por las dos zonas que le dan nombre, hoy por la zona del norte a la zona de la montaña Craddle, la otra foto más famosa de Tasmania, aunque en esta realmente si hemos disfrutado de trekking y la naturaleza a tope.
Antes hay que hacer muchos kilómetros por carreteras malas pero con encanto, descubriendo árboles tremendos, sobre todo los grandes cipreses que separan las granjas y que dan la bienvenida al alguna propiedad.
Con tanta parada llegamos un poco tarde al parque, comemos y cogemos el bus que nos deja al principio del trekking del día. Hay una ruta muy famosa que cruza el parque en siete días, hoy hacemos la primera parte de ese trekking. En algo más de tres horas pasamos por todo tipo de paisajes.
La primera parte es de llanura y monte bajo, donde viven los wombats, pero a esa hora del día no los vemos. Luego subimos por una zona que parece más tropical con las cataratas del lago.
El Cráter lake, también de nombre muy descriptivo, es realmente bonito. Hasta aquí llegamos sólos que le da más encanto. El lago parece distinto desde la orilla y luego desde lo alto. Al ser el parque tan grande los visitantes se esparcen y nos molestamos poco.
La parte más espectacular y dura es la subida al mirador de Marion. Hay que subir por una escaleras muy empinadas hechas en la piedra y a ratos ayudado por unas cuerdas y cadenas, sino no hay manera, pero cuando llegas arriba se ven hasta 4 lagos distintos y por primera vez el perfil de la famosa montaña Cradle.
La montaña no es muy alta, unos 1500 metros, pero por su forma y salir desde los lagos causa mayor impresión. La verdad es que la vistas, el olor, la inmensidad lo hacen un sitio a recordar. También el esfuerzo y el premio tiene algo que ver. Aquí hay menos tranquilidad, y unos 8 o 10 japoneses montando follón con sus fotos.
A los pies de las montañas el Dove Lake, un lago que parece una paloma, eso sí, descomunal. La verdad es que si lo parece. Critico a los australianos por poco imaginativos con los nombres, pero los Taiwaneses directamente se lo inventaban aunque no se pareciera realmente! !
En la bajada se disfruta de otro paisaje, la piscina de los wombats - solo vemos sus cacas, ni un bicho- y algún otro lago de origen glaciar que se integra en el paisaje.
La ruta termina a pie en el Dove Lake, con la famosa foto de la montaña y esperando el autobús de vuelta. Esto es Australia, así que el último bus pasa a las 17.30.
A la vuelta paramos en Snake Hill para hacer un último trekking a ver si vemos bichos al atardecer. La verdad es que me confundo con la distancia del trekking y con el punto de fin, pero el paseo es de los mejores que he hecho nunca. Al atardecer vemos los primeros grupos de cacatúas salvajes que haya visto nunca, blancas con un penacho dorado, van en grupo y montan escándalo.
La pradera de arbustos redondos da a un bosque de árboles muertos y vivos muy colorido, pero lo mejor está por llegar. En el último valle vemos hasta 3 wombats paciendo tranquilamente, además no se asustan de nosotros y se quedan ahí al lado a sus actividades. Es un bicho precioso, como un oso gordo de patas enanas. Es un marsupial, no se como se las arreglará con las crías con esa panza.
Salimos tarde del paseo y todavía quedan más de dos kilómetros a la furgoneta, menos mal que pasa un coche, hago dedo y me para. Ahorramos la última hora de subida hasta el parking, y aun así somos la última campervan allí, ahora a buscar donde dormir.
La flexibilidad de parar donde quieras también tiene el stress asociado de buscar todos los días donde parar, se nos ha dado bastante bien, sobre todo con la táctica de preguntar al local. Los tasmanos son muy agradables y sociables, pero con mi inglés de 1998 no lo hubiera conseguido.
Hoy paramos en Tullah, el tabernero me ha mandado al lado del lago de Roseberry, un sitio muy agradable, pero ya es de noche así que a cenar y dormir. Hace frío por aquí arriba.
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