martes, 1 de septiembre de 2015

Kuala Terengannu

Hemos pasado tres veces por Kuala Terengannu,  cosas de la logística.  Es una ciudad agradable con gente agradable, así que decidimos parar para darle una vuelta en una de las escalas. Un poquito de vida local y al fin mercados locales con sus frutas, sus productos y su colorido.



La primera visita es viniendo de Tioman.  Salimos muy pronto de la isla, hay que estar en el jetty a las 5.30. En dos horas de  mar movida llegamos a Mersing. Tras recuperar las mochilas nos vamos a la terminal de buses. Reservamos bus para Kuala Terengannu en el norte, a dos horas de Perentians y a 7 de Mersing. Antes de salir de Mersing nos hacemos un desayuno en KFC!!!! La primera vez en mi vida que me como algo en el garito del coronel, pero he intentado un sitio local y el olor a durián después de dos horas de barco casi me ha hecho vomitar. 

El viaje a Kuala Terengannu se ha hecho un poco largo. Ha llegado tarde. Ha parado mucho. Los conductores eran un poco raros. La comida ha estado muy bien, muy local, pollo con arroz, nasi ayam. Como nos hemos pasado de las 7.30 pm nos ha tocado parar a rezar.... así que más tarde hemos llegado.  Y los hoteles estaban llenos, así que hasta el cuarto no hemos tenido suerte. En castigo nos ha tocado cena McDonald's,  o sea el día de las delicias gastronómicas.  Pero llegamos y estamos muy cerca de la terminal para tomar el bus a Kuala Besut, de donde sale el barco a Perhentians. Por el camino desde Mersing a Kuala Terengannu hemos cruzado 7 u 8 ríos del tamaño del Tajo, la cantidad de agua es increíble.  El verde también. Aunque se ve una barbaridad de plantaciones de palma. Kuala Terengannu esta rodeada de agua, la del mar y la de los ríos.



La segunda visita a Terengganu la hacemos a la vuelta de Perhentians. Llegamos a la la misma estación de bus,  la misma vuelta por los hoteles otra vez llenos, y nos quedamos en el Sea View, ni view ni sea, enfrente del palacio del Sultán y nos vamos a ver la ciudad. En esta habitación indica para donde queda La Meca. La zona norte del país es más tradicional.

Finalmente volvemos a los mercados locales,  casi no habíamos visto. Tiene un montón de productos locales,  y sobre todo una cantidad infinita como de pan de gambas pero de distintos pescados y sabores. Pero se me viene el alma a los pies cuando veo la cantidad de puestos que venden huevos de tortuga, en bolsas con agua, todavía con arena. Que pena. Un poquito más adelante las autoridades locales han abierto una calle turística llamada el callejón de la tortuga, al lado de donde salen los barcos para los resorts en Redang,  otras islas cercanas. Parece una broma.


Lo más famoso en la ciudad es la mezquita de cristal que vemos desde el autobús,  encima del río que desemboca en el mar, al lado del centro de la ciudad, en una especie de parque de arte musulmán. En el centro hay una mezquita muy grande, blanca, muy sonora, también visual que se ve desde cualquier lado y por la que se pasa continuamente,  el patio de abluciones esta en el medio de la calle. Al lado el palacio del Sultán y un pequeño fuerte en una colina que no subimos a ver, no parece gran cosa.

Detrás del mercado empieza la pequeña Chinatown,  muy agradable, llena de banderas de Malasia, de callejones decorados, de tiendas y cafés agradable. Echaba de menos volver a andar por terreno local también.  Está lleno del colorido chino, pero también malayo.

Intento ir a la isla en el río,  en teoría todavía hacen barcos de madera de manera tradicional, como los que se ven en Venezuela, todavía de gran tamaño,  pero hay muy poco movimiento en el jetty, solo los lagartos monitor echando la siesta en el parking. Nos quedamos por Chinatown, nos tomamos algo y aprovecho para escribir mientras el Manchester pierde con el Swansea, hoy sabremos si de Gea se viene al Madrid.... del fútbol es de lo único que no se puede escapar aquí!!



La tercera visita es la mas fugaz. A la vuelta de Kapas. Una pareja de locales nos han recogido en la carretera y nos han traído de motu propio, sin pedírselo.  Ha estado muy bien porque nos han enseñado la playa que es descomunalmente larga, se ve desde Kapas, y no tiene fin, no se cuantos kilómetros tendrá.  La actividad playera aquí es muy distinta, está llena de locales alrededor pero nadie en el agua, es otro concepto.  Hay muchas cometas coloridas y tradicionales, también muchas atracciones curiosas para niños,  incluidas unas carretas como la de cenicienta tiradas por burros.


Volvemos a utilizar la tecnología de KFC y McDonald's para continuar viaje , allí la wifi es potente y gratis, sin contar el aire acondicionado. Desde aquí nos espera un viaje bastante largo y pesado a Borneo, Empezando por un autobús nocturno a Kuala Lumpur.

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