Finalmente llega el día de irse de Kuching. Salimos hacia Sibu, esta mas al norte. Vamos a ir en barco, son 5 horas saliendo del Sarawak, cruzando el mar de China un par de horas, y luego otras dos o tres horas de subida del Rejang, el río más largo de Malasia, el amazonas de Borneo.
El autobús sale a las 7.00, el K1 y en teoría nos deja cerca del jetty. Como siempre los locales nos ayudan para que no nos perdamos, nos tenemos que dar un último paseo de 20 minutos con las mochilas y en el último momento un señor se para en un coche para mandarnos por la dirección correcta, ya nos pasábamos. Llegamos sudando y justo a tiempo, el barco sale a las 8.30.
Somos los únicos dos blanquitos en el barco, van un puñado de locales y como 10.000 pollos. Hacen un ruido de piar continuo, en 6 meses estarán incluidos en algún nasi ayam.
El barco sale de donde se juntan afluentes del río Sarawak, son ríos descomunales. Enseguida salimos al mar. La navegación en el mar de China da un poco de miedo. Las olas salpican hasta la segunda planta del barco y hay que parar a proteger a los pollos que se van a ahogar, yo ya tengo localizados los chalecos salvavidas.
En cuanto llegamos al río todo se calma. El río es verdaderamente descomunal pero no es el Amazonas, aquí se consiguen ver los dos lados. El tráfico es incesante. La pena es el haze que tenemos desde los últimos días y que da miedo traducir su impacto, pero aqui se huele. ¿Cuánto se quemará cada año para producir este impacto?
Por el río, de curva en curva, se van juntando otros afluentes anchísimos, de agua color chocolate, y lleno de palmeras y árboles a los lados. También se ve mucho árbol bajar talado en grandes barcos, la maderera es la principal industria aquí. En cada gran confluencia de ríos hay una ciudad. Paramos un par de veces antes de llegar a Sibu.
Sibu es todavía más china, pero de chinos tranquilos y agradables. Nos buscamos un buen hotel al lado del muelle, Hui Lin Hotel. Ya sin bultos buscamos donde comer, con tanto chino pero algo tarde cae arroz y noodles.
Sibu tiene el mercado más grande de Malasia, también en un edificio estable se juntan fruta, carne, verdura, pescado y de casi todo. Desde luego lo más original son las gallinas y patos vivos envueltos en papel de periódico, todos callados, como listos para empezar a correr. También hay mucho pescado seco, con variaciones en precio y calidades que hay ser local para apreciarlas.
Hay un pequeño museo que cuenta la historia de la zona, incluida su resistencia a unirse a Malasia. Una historia muy china de emigración, y curiosamente con muchas influencias cristianas. Un cura metodista trajo el primer contingente de emigrantes chinos y todavía hoy se ven muchas iglesias en la ciudad.
A los templos chinos hace tiempo que les deje de prestar atención, sobredosis creo, pero aquí hay uno un poco distinto, sobre todo por la pagoda de 8 plantas que tiene adosada, el templo es antiguo, la pagoda no. Esta al lado del río.
El río es la vida de la ciudad, es curioso, pero es como la gran avenida. Por aquí los taxis son fluviales, los barcos que se llaman ataúdes voladores (por la forma, espero) y los grandes barcos supermercados que se abastecen aquí y luego va vendiendo por el río igual que las camionetas de carne, pan, o pescado en España por los pueblos pequeños.
Por la noche hay un mercado nocturno. Esta gente no para de comprar y comer. Aquí cenamos, con bastante poco acierto probamos distintas cosas locales, todas con mucho aceite y grasa, algunas ricas y otras no. Lo mejor unas tortas de cacahuete muy finas, nuestro postre. Los pinchos fritos son de cosas que nosotros no nos comemos en los animales. Los dumplings chinos son muy coloridos.
También aquí se vive la sensación de estado independiente, se ve desde el primer momento en el aeropuerto. No sólo por el sello en el pasaporte y la prohibición a los malayos para que estén aquí más de 90 días. El parlamento tiene un tamaño descomunal. Las camisetas y coches con el mensaje de Sarawak for Sarawakians no deja lugar a dudas..... y están pidiendo un referéndum. Me suena.
Curioso al menos ¿Quiénes son los Sarawakians? ¿los descendientes de los que han emigrado? ¿O los originales Orang Ulu? Estos ya son sólo el 5% y viven totalmente desplazados, son la población más pobre. En cuanto a la política, bueno, aquí debe ser más del 3% la comisión porque el primer ministro de Sarawak es el hombre más rico de Malasia. No le había hecho falta dar las concesiones de alguno de los parques nacionales más emblemáticos a su hija (justo los que ahora son más caros y exclusivos)
Me he leído las Crónicas Marcianas de Ray Bradbury, para ser un libro de ciencia ficción de los años 50 tiene mérito que se siga disfrutando. Las historias cortas son buenas y como se van enganchando también, es una combinación original de relatos cortos pero con una historia de fondo. La invasión de Marte y la devastación que siempre va con el hombre.... le aplica a parte de lo que se ve y siente en Borneo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario