viernes, 26 de febrero de 2016

Tableland-Mossman

Salimos de mañana con sol estupendo,  dejamos atrás unas araucarias  de troncos enormes, no las veía así desde los Andes, otro lujo más de árbol. Vamos a un parque natural de nombre curioso -Hypipame-, no hay nadie al llegar y nos podemos dar un buen paseo por el bosque selva.

Es una zona muy tranquila,  hay un cráter  bastante grande provocado por la presión del agua muy caliente, ha quebrado el granito y por lo visto viven ahora allí unas gambas únicas. Más abajo hay una serie de cascadas entre la montaña,  Dinner  se llaman, muy relajantes con piscina natural también completamente vacío.  Es un paseo corto pero muy agradable.


Desde aquí seguimos entre prados y selva hasta Herberton , uno de los pueblos que montaron aquí los pioneros, en este caso de la minería. Justo cuando se acababa el oro más al norte aquí descubrieron estaño y lo estuvieron explotando hasta los años 80, cuando el precio ya no les mereció la pena, aunque ue parece ser que sigue habiendo mucho mineral en las montañas. 

Hay un museo curioso gestionado por abuelillos  locales que les gustan las motos y la vida tranquila. Sorprende que el tipo de vida de minero solitario de película se llevara hasta hace bien poco. También el papel de la mujer, son tan puritanos y conservadores que para encontrar la zona del prostíbulo en el museo hay que ir de sala en sala y no lo llegan a mencionar explícitamente, si no se dice no pasa!! Todo me sigue recordando mucho la imagen de las películas americanas y la conquista del oeste.

El pueblo es tranquilo como todos con casas de madera, pero aquí conservan o han montado una especie de pueblo antiguo original - tiene un poco de pinta de parque temático aunque seguro muchas cosas son originales, pero tiene más encanto cuando lo ves directamente en el pueblo vivo como Yungaburra,  además de que cobran 30$ por entrar, una de las turistadas  de por aquí.


El siguiente pueblo es la capital,  Atherton, bastante más grande parece ser que tiene hasta templo chino, pero con los últimos meses que he pasado lo de Chinatown me lo salto. Curiosamente, tan proteccionistas como siempre,  los locales dictaron leyes para evitar que los chinos trabajarán en las industrias que iban surgiendo -como las minas de estaño-, los chinos tan emprendedores y trabajadores buscaron otras oportunidades, aquí el maíz,  para dar de comer a tanto trabajador y ganado.

Antes de ir más al norte me desvío un poco para ir a ver el lago Tindaroo, es un buen sitio para hacer una parada a comer y disfrutar un poco del paisaje local. Cada desvío es mejor que el anterior y las carreteras son realmente espectaculares. El lago tiene una presa artificial y un paisaje muy distinto del de ayer. Aquí comemos solos en el campo,  hay barbacoas y hasta los baños tienen papel higiénico, esto sólo lo he visto en Australia.


Aunque las vistas siguen siendo buenas la tarde al volante me da sueño. Por el camino veo bastantes animales curiosos, mi primer canguro (muerto), mi primer canguro de árbol que no sabía ni que existía (muerto) y una serpiente bastante gorda que luego sabre que es bastante venenosa (creo que viva no estaba). Y después de una hora llego a Mossman.


Aquí parece ser que mantienen todos los nombres aborígenes,  incluso se nota un esfuerzo un poco artificial por el reconocimiento de la cultura aborigen, me imagino que después de muchos años  de arrinconamiento.  La verdad es que los pocos aborígenes que veo parecen estar un poco excluidos (no sé  si por ellos mismos), y en cuanto a la leyenda urbana sobre su alcoholismo  hasta el momento me parece cierta, como el 50% de los que veo se tambalea, el otro 50% están sentados en bancos viendo pasar el día o para que se les pase el  mareo, sólo uno se ha dirigido a mi de manera agresiva.

La garganta de Mossman  está dentro del parque nacional de Daintreee  y es parte de la extensión protegida por la Unesco, ya no es zona Tableland.  Está a unos 4km del pueblo de Mossman. Antes de la garganta hay un par de asentamientos aborígenes, como reservas en casas prefabricadas de madera. Dejo el coche y nos acercamos dos kilómetros andando -por 10 dólares te lleva un bus-


La garganta es un gran paseo, más por el trekking por la selva que por el propio río. Casi recien llegado de Taroko no se puede comparar como garganta, pero es un bonito río de grandes piedras donde los locales se vienes a bañar, rodeado de selva tropical, y muy tranquilo. 

Hacemos el trekking al revés por error pero conseguimos salir, hace calor, mucha humedad, pero hay unos árboles espectaculares,  higueras,  grandes raíces, plantas trepadoras,  bromelias por todos lados, mariposas azules que deslumbran, pavos locales, y mucho pájaro. También mucho pez en el agua, y algunos rincones que parecen de mentira. La luz de este país me sigue pareciendo increíble,  hasta dentro de la selva tropical.


Salimos del parque entre plantaciones de caña de azúcar y más árboles descomunales,  aquí casi todos. También de camino hemos visto mucho frutal,  y café,  y de todo, debe ser una zona muy fertil, la tierra se ve completamente roja. A dormir vamos a Port Douglas. 

Port Douglas es una península que da a la gran barrera de coral. Tiene una playa estupenda de kilómetros de largo pero inútil como muchas aquí durante muchos meses, se llenan de medusas  venenosas, algunas mortales como la medusa caja, que además es transparente  y los tentáculos ni se ven.


Pero el pueblo es muy relajado, nos quedamos en un hotel de backpackers muy tranquilo donde nos encontramos a un toledano de sabático,  bueno, entre sabático y búsqueda de futuro laboral. Aquí el pueblo al atardecer también tiene todos los árboles agitados por los loros arco iris que se vienen a dormir, ya me estoy acostumbrando a estas maravillas.

Más ternera australiana y más merlot,  a esto me estoy reacostumbrando  fácil.

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