El ferry desde Bohol es caro para los precios de aquí, unos 20 euros para tres horas y poco, pero sólo hay una opción. La llegada a Siquijor nos enseña la isla más bonita hasta ahora de Filipinas, por lo menos al llegar, se llega a un pueblo con playa a los dos lados.
En la isla se han organizado para sacar más dinero del turismo, así que ahora al llegar tienen unos precios cerrados para los triciclos, unas diez veces más caros que para los locales, pero venimos sin reserva y empieza el año chino, así que cogemos a uno que nos enseña media isla hasta que nos quedamos en un lugar que se llama Resort John Lhea, al lado del mar, con bajada al agua y unas puestas de sol espectaculares.
La isla me encanta, no se si es por el ambiente caribeño, por el mar plano y visible, por la tranquilidad, por el equilibrio entre chiringuito y soledad, .... no lo sé, pero llevo 24 horas y estoy encantado. Flotando en el agua, viendo bichos debajo del agua, con una san Miguel en el chiringuito, un pincho o la puesta de sol desde la hamaca, todo me gusta, y sobre todo la tranquilidad y eso que en teoría la isla está casi llena!!!
La playa está muy salvaje, aunque como siempre aquí lo bonito es el mar no la playa, aquí sin embargo hay algo de arena y unas palmeras, árbol de la vida para ellos que adornan toda la costa.
Debajo del agua el coral no parece gran cosa, pero el agua está estupenda, super transparente y tiene toda la vida de Filipinas. En un rato de snorkel he visto dos tipos de gambas, cangrejos porcelana, peces escorpión y león de los raros, gusanos de mar, morenas, todo tipo de nemos, estrellas de mar y erizos, todo en una pradera marina, casi sin un coral, pero vivo.
La noche aquí, desde donde escribo, en la tumbona con la cerveza viendo la puesta de sol, sobre una roca con una cruz como de Santiago. El sol escondiéndose detrás de la isla de Apo a la hora a la que todos los pescadores salen a trabajar. Ahora ya sólo se ven las estrellas hasta el borde del mar, justo donde empiezan la luz de las barcas.
Hemos pasado cuatro días en Siquijor, todo el tiempo en la misma zona de San Juan, en una distancia de unos 8 km de largo, para que mas. No me he atrevido con la moto, ya demasiado cerca de irme a Oceanía seria un mal momento para tener un accidente. En cuanto vuelva a España está en la lista de cosas a aprender, utilidades para cuando viajo, como la bici en su momento.
Al norte hay una playa en una zona de resort que se llama Coco Grave, es el único resort un poco grande que se ve y está muy bien integrado en la playa, sólo se ven algunas chozas de paja para comer y solo le sobran unas banderolas altas. La playa está limitada por rocas y de roca es el fondo, aquí se pasa el día bien y el mar es claro, lleno de estrellas de mar, pero me gusta más la otra playa.
Hacia el sur del resort esta la playa de Paliton, más arena blanca, más palmeras, nadie, sólo barcas de pescadores. Cerveza en JJs un pequeño hostel que alquila tiendas de campaña, flotar en el agua, comida y cena en Baha Bar, el mejor sitio en el que hemos estado en Filipinas, comida y ambiente. Tarde de snorkel enfrente del resort.... me podría haber quedado aquí un mes.
La vida en la isla es muy local, casas pequeñas, pequeños negocios, triciclos para transportarse, y parece ser que una pequeña explosión turística, con los locales intentando montar nuevos pequeños hostales enfrente del mar. Mientras que quede en la economía local, nos destruya el entorno e impida la masificacion me parece un modelo estupendo.
En el Baja hemos tenido comida y cena estupenda, y económica, y por supuesto San Miguel, música en directo local y agradable, .... unas vacaciones dentro del viaje, otro pequeño paraíso para poner en la lista. Filipinas cada vez me gusta más. Esta segunda vez más que la primera vuelta. Y cuanto más empiezo a leer de Australia, más aprecio lo que voy a dejar detrás.
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