Esto es Nueva Zelanda. La que yo buscaba, la que esperaba. Los Catlins, una zona al sur del país, en la ruta del sur, con campos de corderos, colinas verdes, una Costa impresionante y algún bicho.
Enseguida por la costa se llega a Kaka Point, nombre mal elegido. Las señales de tráfico amenazan con focas cruzando y la playa seria genial con 20 grados. Un poquito más allá una gran parada Nugget Point.
Un pequeño faro al final de unos acantilados y en una lengua de piedra. Mar ruidoso a izquierda y derecha. Un montón de peñascos como los apóstoles, pero entre verdes y roca y una vista perfecta.
Además está lleno de focas, focas de piel. Se las ve lejos en los acantilados pero se las distingue muy bien. Algunas con las crías, otras paradas al sol, otras de bastante malas pulgas peleándose. Los pingúinos no aparecen, no es la hora.
Más adelante otra gran parada, aun mejor. Surat Bay. La llegada por el río hasta el delta es bonita pero la playa es realmente salvaje, larga, con rocas y montes. Y lo mejor, una clase de lobos marinos raros a los que te puedes acercar hasta casi tocarlos. Son de piel blanca y ojos pequeños. No veía bichos así de grandes tan cerca desde Península Valdes, hace ya 20 años. Hay tres, hembra, macho y juvenil. De todo un poco. Muy guapos. La playa un paisaje perfecto.
La mañana se pasa volando y comemos mirando los humedales de Pounawea antes de seguir hasta Owaka para reservar alojamiento. Los nombres de los pueblos son terribles, mantienen mucha raíz Maori. Desde aquí es todo campo de valle, colinas y corderos. Todo muy verde brillante.
Paramos es unas cataratas en teoría famosas pero que no me parecen gran cosa, Puraukauni. La trampa de la cascadas. Así que las siguientes, Mata, y alguna más -que se llama Niagara!!!!- nos las saltamos.
El clima cambia todo el día todos los días. Ahora toca húmedo y gris, curiosamente aquí es un gris brillante, iluminado. Seguimos a Papatowai y aquí aun mirador estupendo con una playa perfecta -con 20 grados mas-. Tautuku. Realmente salvaje y alineada de olas de izquierda a derecha.
Si que paro en unas cataratas que se llaman McLean,y estas si son en serio. Se llega por un paseo estupendo de bosque de Gandalf. Vienes por el prado y de repente te encuentras un bosque de árboles retorcidos. Aquí muy húmedos y verdes por todos los sitios, con muchos helechos, como en Tasmania. Es un paisaje sorpresa.
La catarata si es espectacular. Tiene 4 o 5 pisos, el primero totalmente plano, y luego va dando saltos entre piedras verdes. Cuesta un poco subir hasta el fondo, resbala, pero merece la pena. Un flipado se está bañando.
Desde aquí ya del tirón por la costa hasta Curio Bay para dormir en la playa, en el delfín vago. Un sitio estupendo. Aquí hay una playa con rocas en las que hay un bosque petrificado. Fósiles de árboles de hace 180 millones de años. Se ven los troncos perfectamente. Se convirtieron en piedra en meses por el sílice de las cenizas de un volcán. Sólo hay tres sitios así en el mundo por lo visto, uno se que está en Patagonia, el otro me falta localizarlo.
Hay una pequeña península que da a la bahía, separando dos playas, una estupenda para nadar -cuando se pueda- y la otra de rocas, fósiles y mar bravo. Aquí en teoría puede verse pingúinos amarillos, por lo visto los más raros del mundo. Tan raros que no aparecen.
Al día siguiente terminamos los Catlins. Nos acercamos a Slope Point. El punto más al sur de la isla. Hace un día estupendo y solo estamos nosotros caminando por los pastos entre corderos acercándonos lo más posible al polo sur. Y alejándonos lo más posible de casa.
Las carreteras por aquí son todas terribles, de grava, y ya me he dado cuenta que las obras aquí llevan su tiempo - no hay nada más que ver Christchurch -. Los lagos reflejan el paisaje. Espejo perfecto. Marea.
Así llegamos a Wapanama Point, otra gran parada con bicho.El sitio es famoso por ser donde se produjo el mayor naufragio de la historia local. Tres años después pusieron un faro, precioso, de madera, que todavía está aquí.
Lo realmente impresionante además de las vistas del mar son los machos de león marino en la playa, en actitud relajada pero seria que hace que realmente no me acerque más de lo que avisa, 10 metros. Es un bicho precioso, grande . Un lujo verlo así. El sitio esta muy tranquilo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario