Entre West Port y Nelson la nada. Antes de irnos nos acercamos al cabo, a ver el faro, uno mas, este menos atractivo que otros. El paseo bueno fue el de ayer tarde, hoy es solo asomarse y poco mas, y sin focas el paseo siempre pierde puntos.
El día de coche se hace largo, otros 200km que son más de 4 horas. Toda la primera parte por un río muy amplio y una garganta. Aquí se hace alguno de esos tours de Jet boats. También hay lagos para hacer trekking, pero no es el día.
La parada a comer relaja como todos los días en el campo, pero tengo como ganas de llegar y se hace más largo. Las curvas no se acaban. Los ingeniero neozelandeses no saben hacer puentes de dos carriles. La tarde noche la pasamos en Richmond, al lado del Nelson.
Íbamos a ir al Parque Nacional de Tasman, pero al leer aquí más información se me quitan las ganas. El trekking es en plan paseos por las playas y parece más plan familiar que otra cosa, además no puedes ir por tu cuenta, tienes que ir en grupo o subirte a un taxi boat, así que me da pereza.
Al dia siguiente seguimos por la carretera hasta Havelock, llegamos demasiado pronto para comernos aquí los mejillones verdes, famosos aquí. Así que los compramos y los cenamos por la noche, la verdad es que están muy buenos, aquí el mar más limpio no puede estar.
En esta zona están otros Sounds, otro fiordos. La realidad supera a los mapas, son 5, como nuestras rías pero con mas recovecos. En 40 kilómetros de fiordo hay 350 de costa, así es la carretera, mil curvas.
Los paisajes vuelven a ser espectaculares. Tiene razón el comentario que suena infantil de la Lonely, al menos un vez al día se te escapa el Guauuuu ante una vista. De repente detrás de una curva un lago, un pico, un prado, .... aun sorprende. Los fiordos están llenos de árboles, hasta el mar. Muy tranquilos, parecen lagos.
En unos 40 km hasta Picton disfrutamos y nos mareamos en sus curvas. No son ni 40 kilómetros. Justo antes de llegar un paisaje peculiar de miles de árboles talados deprime, aunque se suponga sostenible -esto no es Indonesia -. Sorprende. Asusta. Pero el Ikea crece.
Al otro lado Picton es la entrada desde la isla norte, o la salida para allá. Otro pueblo tranquilo, pero aquí los barcos son más grandes que la ciudad. Reponemos sidras y las disfrutamos en otra bahía del fiordo, la parada de comida.
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