viernes, 15 de enero de 2016

Lukang

El primer día que nos quedamos en Taichung nos acercamos a Lukang, un pueblo más pequeño en la costa que parece ha mantenido algo más de patrimonio. No es mucho pero si es verdad que aquí encuentro las únicas calles y casas completamente chinas y con encanto.


Está a poco más de una hora en bus de Taichung y una chica muy agradable nos ayuda a llegar. Es una ciudad normal,  incluso con menos acera de lo normal, pero sólo por ver la calle del mercado merece la pena venir. Es una calle con casas y tiendas chinas, una pena que no pueda comprarme los leones de bronce que he encontrado. Pesan un congo.


La calle nos es especialmente larga pero tiene su encanto, con buenas tiendas y termina y empieza en bonitos templos. Como siempre todos parecidos y distintos, todos muy visuales, el rojo de la suerte por todos lados, dinero en donaciones, y guerreros protectores en las puertas desde que un emperador hace más de mil años tuviera pesadillas y los generales se casarán de guardar sus puertas .... así que pintaron generales de protección eterna.


Muy cerca hay un templo dedicado a Matzu que aquí se ha quedado negra de tanto incienso, por lo que se ve muy venerada aquí también al ser puerto de mar.  Como Tainan también el puerto se llenó de sedimentos y se perdió la actividad comercial.

Sin duda, y aunque ya he visto mil, me quedo con el templo de Longham, quizás el que más me ha gustado de todo Taiwan,  quizás porque no está restaurado y tiene colores más naturales que permiten apreciar madera y piedra mejor que en ningún otro lugar, y más sencillo, con decoración pero no tan recargado.


Aquí huele a marihuana en vez de a incienso, pero no la localizo. El templo tiene tres zonas. Una muralla exterior y tres zonas pero amplias con dos  árboles grandes retorcidos en el recinto central. En el último el buda que es venerado aquí.


Al tener jardín y patios amplios también se disfruta más. Los dragones de las columnas son también de los más bonitos.


La comida local o la encuentras apetecible o no, y hoy aquí se ve que es principalmente dulce, local y tradicional -mucho- pero con poca variedad, así que nos metemos en un restaurante de pasta antes de pasear por el último templo.


Ya pensando en la vuelta paramos en un templo con jardín, este sin nombre que yo sepa, moderno pero relajante. Un poco más de geometría y nos vamos en bus de vuelta a Taichung. Hace frío,  estoy poco preparado para los 15C.


A casa a preparar el viaje, próximo día en Taiwan, próximos pasos en Hong Kong, ruta para la vuelta a Filipinas..... y a tiempo de cena local en Taichung

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