Ya estamos en Java, en la isla de los volcanes y los templos. Los templos ya los vi el año pasado. Borobudur es el templo budista más grande del mundo, al lado de Jogyakarta una ciudad que me gustó, es una gran estupa, de tamaño descomunal, con unos frisos deliciosos y unos budas relajantes que se sientan en la cúpula, algunos dentro de pequeña campanas.
Pero este es el año de los volcanes. El año pasado no lo hice porque no me daba tiempo y el plan era terrible para hacer de vacaciones, levantándose dos días de madrugada, todo el tiempo en minibus y durmiendo en sitios terribles. Ahora lo estoy haciendo con más tiempo, pero los madrugones no me los quita nadie.
Para ver volcanes, con Ecuador, este me parece el mejor país. Aquí hay más, de hecho cuesta elegir. Cuando eliges los volcanes en Indonesia no es fácil decidir cuáles, el mapa de volcanes es infinito. Decidí los de Java porque para mi Indonesia no es un país, sino muchos, casi como grandes islas, y quería terminar de ver Java. Nunca será tarde para volver a Flores o Lombok, bueno el de Lombok está justo ahora en Erupción.
Para ver volcanes, con Ecuador, este me parece el mejor país. Aquí hay más, de hecho cuesta elegir. Cuando eliges los volcanes en Indonesia no es fácil decidir cuáles, el mapa de volcanes es infinito. Decidí los de Java porque para mi Indonesia no es un país, sino muchos, casi como grandes islas, y quería terminar de ver Java. Nunca será tarde para volver a Flores o Lombok, bueno el de Lombok está justo ahora en Erupción.
Hemos volado de Makassar, que ya no la llaman así sino Ujung Puting, a Dempasar, otra vez Bali, otra vez nuestra poca querida Kuta, pero para parada de un día nos vale. Nos acercamos andando al centro, al hotel Butang Suri, donde nos vamos a dar un día de relax. Es un hotel antiguo, con piscina relajante, viejuno pero renovado, que nos viene genial para descansar, esta muy bien por poco dinero. Mientras lo reservo en booking, que sale más barato que el hotel, me conecto y descubro la masacre de París. Una más. Se me pasan mil cosas por la cabeza, y lo poco que se parecen los musulmanes con los que me cruzo con estos otros bárbaros. No es un tema que me atreva a comentar con los locales.
Después del relax con cena y cervezas en un warung cercano, al día siguiente tras el desayuno nos vamos a la estaciones de buses. Paramos un taxi que no nos engañe mucho, lo mejor los de Blue Bird. Hay que tener cuidado porque los imitan. La estación esta fuera del centro, en Ubung. Al llegar nos atacan como a piezas de carne para subirnos al bus. Me lo tomo con calma y localizo el bus que nos va a cruzar a Java. Tras unos instantes de pánico, el bus se ha ido por ahí con nuestras mochilas, conseguimos salir. No termina de irse hasta que casi se llena, solo dos parejas más de viajeros, unos de ellos franceses impactados por las noticias.
Es un viaje un poco incómodo, caluroso por la costa de Bali, sin aire acondicionado. Nos lleva más de tres horas llegar al fin de Bali. Allí tomamos un ferry que nos cruza a Java. Se ve el estrecho como en los mapas. Me encanta reconocer los mapas en la realidad. En el vuelo desde Makassar se aprecia la isla de Bali perfectamente, sus formas y sus volcanes. El aterrizaje a ras de mar. Ahora, enfrente de Bali, los volcanes nos esperan, se ven gigantescos al otro lado, al menos cinco.
He buscado un sitio para dormir e ir a ver el Volcán Ijen al día siguiente. El hotel Permata Indah en Bayunwangi. Por estas cosas del transporte caótico conseguimos que nos paren justo en la puerta, muy amables. Un autobús terrible se convierte en servicio de taxi perfecto, por menos de seis euro por cabeza con ferry incluido pero que no creo sea el precio local. El hotel es un poco cueva como se esperaba, pero venimos porque parece que son muy serviciales con el transporte al volcán y cobran poco mas de diez euros. Total casi no se duerme, hay que levantarse a la 1 de la mañana. El restaurante al lado es muy local, muy barato y bastante rico. Lo peor es el ruido de la carretera de al lado con el típico trafico javanés.
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