miércoles, 3 de junio de 2015

Angkor (1)

Angkor. Bayon. Mi favorito. templo de templos. Es la joya especial del día. Todas las caras sonrientes pendientes de mi, un lugar para volver. Pero antes despertarse con el ruido del colegio, están en el recreo a las 6.30 de la mañana!!!!! Están locos!!!! Cogemos la bici del hotel y a Angkor. 37C hará durante el día, pero se lleva, no bien, pero se lleva. Aquí me pierdo, nada me importa.

Voy directo a Angkor Thom. La puerta de entrada sigue siendo de libro de Salgari, demonios y dioses tirando de la serpiente para conseguir un océano de leche, la leche de la vida. La puerta, con las cabezas de cuatro caras mirándote y no. Y el foso como el mar. Entrando en la ciudad real.

El Bayon, 216 caras que no te dejan de mirar, sonríen o no? Vamos directos a las terrazas, las quiero ver, y ali están.... y los chinos también. El despertar de la clase media asiática, sólo quedamos unos blanquitos. Gracias a Dios los grupos desaparecerán durante el día y nos dejarán los templos para caminarlos solos.


Estamos toda la mañana en Bayon, lo bueno de venir 7 días. Desde la bibliotecas subidos se ve completamente el edificio, las distintas terrazas, pero las caras no se aprecian en la distancia, y según sube el sol - que aquí es muy rápido- se dejan de ver con nitidez.


El camino alrededor del templo nos enseña todos los relieves, como de ayer, 1.2 km de piedra tallada. Y aunque los relieves de batallas e históricos son impresionantes yo me quedo con las apsaras, en las columnas, con sus dedos retorcidos. Viéndolas casi desde cualquier sitio.


El templo fue construido por Jayavarman VII, el último gran rey jemer. Constructor de toda la ciudad real y también de gran parte de los mayores monasterios en Angkor, dedicados  su padre y a su madre. El Bayon se encuentra en el centro geométrico de la ciudad. Todo en ella ya es budista desde el origen. Las caras se dice que le representan a él.  Como las caras que se ven en todas las puertas de la ciudad y de todos los monasterios.


Caminamos por Angkor Thom un rato largo, nos subimos al Baphuon. Un templo gigantesco, el puzzle mas grande del mundo. La guerra civil les dejo a los arqueólogos 300.000 piedras, sin orden ninguno. En la parte de atrás hay un buda yacente descomunal, incrustado en el templo, la manera de tomar posesión de un templo hindú. Como todos los templos aquí representa el Monte Meru, la montaña sagrada hindú. La mejor manera de representar montañas es construir a lo alto, y bien empinado.

El resto de la ciudad se pierde en templos, árboles, piscinas,.... dentro de la selva. Fuera el templo para la incineración, la terraza del rey leproso. También la increíble terraza de los elefantes, como en el tercer reich, la verdad es fácil de imaginar la parada militar. No inventamos nada.

Salimos por la puerta norte, sólo para disfrutar de ella para nosotros, la ventaja de ir en bici. De nuevo las cabezas del rey, la misma puerta de entrada,  pero aún más salvaje


Desde  aquí nos volvemos a comer, a la zona de enfrente del rey leproso, hay multitud de puestos. Todos con lo mismo.  Después de comer un paseo hasta Thommanom y Chau Say Thevada, templos gemelos hindúes. Muy solitarios a esta hora, se disfrutan perfectamente.


El último templo del día es Ta Keo, un rascacielos jemer, sin terminar, sin pulir, sin saber porque. Unos dicen que porque no tuvieron tiempo,  otros porque la piedra era demasiado dura. Es demasiado duro subirlo a esta hora, así que lo disfrutamos desde abajo. Otro monte Meru. 

Por el camino las ruinas de un puente. Que importante es conocer el arco!!!! Casi es completamente macizo. Por eso me encantan los romanos, como a aztecas e incas a estas construcciones les falta ligereza.... se lo diré a Carlos. 


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