martes, 30 de junio de 2015

Phetchaburi

Siempre se está bien en Tailandia. Esta vez no va a ser una excepción. Ni rastro del monzón y ya disfrutando de un poco de playa de estilo tradicional en Hua Hin.

Phetchaburi ha sido muy agradable.  Finalmente nos quedamos en un sitio que se llama White Monkey, moderno y cuidado, cerca del río y del mercado antiguo. Todavía hay muchas shophouses de madera de teca, y todavía muchas funcionan a la manera china tradicional, tienda abajo y vivienda encima. Pero lo que mas me ha sorprendido es la cantidad de templos y  monasterios para una ciudad tan pequeña, en todas las calles hay uno, y en muchas seguidos. Por la mañana se oye cantar a los monjes - monótono- y tocar la campana o el gong.



Visitamos el Phra Nakhon Khiri, el palacio de verano del rey, siglo XIX, es un parque nacional, y  merece una visita, me esperaba algo mas pastiche europeo asiático, pero es original y bonito, sobrio, elegante. Esta en una colina que se ve desde todos los sitios de la ciudad. Realmente, la colina tiene tres picos, y en cada pico se completaron edificios.

Camino del parque se pasa por múltiples monasterios, uno de ello bastante Kistch con sus figuras voladoras y budas gordos muy poco habituales de ver. En uno de esos templos nos metemos y ya conecta con la subida al palacio.....





















.... y ya empiezan los monos. Macacos. Había leído que era agresivos, pero nunca los había visto acorralar a un grupo de estudiantes para quitarles las botellas de agua!!! Acojona. Y te enseñan los dientes....


Pasadas las primeras rampas y la amenaza mono se encuentran los primeros edificios. Primero los pabellones para aparcar al carro y los caballos.... todo el palacio esta en cuesta. Luego distintos pabellones, incluidos algunos para las visitas reales. Hay un teatro original que se conecta con el edificio donde se quedaban los huéspedes. A ambos lados del camino y en toda la montaña se ven árboles, los del camino parecen pagodas pero con pocas flores. Arriba del todo hay una área apartada para capilla real

En el primer pico están los aposentos reales, un pequeño templo -con rey dentro escuchumizado-, una zona de salón comedor y un observatorio astrológico. Por lo visto al rey- Rama IV- le gustaba, probablemente también estaba de moda. En el segundo pico hay una pagoda muy fotogénica. En el tercero un grupo de edificios, con miradores, templos, pagoda y campanario. Entre medias hay otros pabellones, todos muy similares, abiertos, con grandes columnas y arcos... me imagino que para descansar y que corra el aire. Ya hay sol de nuevo y hace mucho calor.


Bajamos evitando la amenaza mono, aunque con algún susto,... no termina ahí. Se han extendido por los alrededores!!! Hay muchos vendedores de orquídeas en el camino, las venden con todas las raíces al aire. También hay muchos vendedores de dulces, de todo tipo, muchos muy poco reconocibles.... probamos alguno pero arriesgando poco, magdalenas y bollitos de chocolate.



El mercado antiguo tiene todas las puertas de madera, y se vende de casi todo, por supuesto comida, pero eso sobre todo en la zona central. Quizás las tiendas más curiosas son las que están cerca del puente, con toda la parafernalia sagrada y flores y ofrendas y demás....algunas tienen peces y ranas vivas en bolsas.



Hemos comido muy bien y muy barato en una casa de madera al lado del puente, por euro y poco el plato, sabroso, en un bonito lugar con vistas al río. La señora, mayor, tenia un inglés estupendo y sentido del humor, le gusta la fotografía. Desde aquí he visto un animal espectacular que nunca había visto, y que ni siquiera sabia que existía. Un lagarto gigante, mas de metro y pico, en el agua, y con unos colores increíble, con un diseño en la espalda de colores verdes que parece de mentira.... tengo que buscarlo en google!!!!!

Entre los templos el más espectacular es Wat Mahathat, al ladito del hotel. Tiene una parte central que es un templo de forma jemer de cinco torres, pero todo en blanco. Con la luz del sol y el cielo azul parece pintado. Esta rodeado por cientos de budas dorados. 



Los templos frontales (3) tienen unos estucos muy trabajados, por lo visto tradición local. Igualmente con la luz del sol se disfrutan mucho mas. Mucha tradición hindú en las representaciones.


sábado, 27 de junio de 2015

Traslado Thai

Hoy ha sido un día de viaje, muy dinámico y con bastante suerte. En principio quería venir al oeste del golfo de Tailandia, para ir bajando esta costa que en teoría tiene que estar mas seca ahora y parar en los sitios menos turísticos de por aquí.... y en algún momento coger un vuelo para evitar la frontera por tierra con Malasia que tiene muy mala reputación últimamente por conflictos entre países, y con distintas colonias musulmanas.... Ayer hubo tres atentados, uno en Túnez, en la playa, con muchos muertos. Que pena.

A las 8 nos hemos cogido un tuktuk para que nos cruce el mar por el puente que lleva a la frontera con Tailandia. El paso a pie por los dos lados ha sido fácil esta vez, sin corrupción visible.... solo un poco de lluvia monzonera. Al otro lado hemos cogido una mini van y en unas dos horas estábamos en Trat. Aquí otra minivan que salia en 15 minutos para Bangkok, y en 5 horitas hemos llegado a la estación sur. Una señora muy amable nos ha ayudado  llegar al skytren y como ir a Victory Monument (que en Thai no se dice así ni de lejos!!!!)  Al llegar aquí última furgoneta del día, y en otra hora y media nos han dejado a la entrada de Phetchaburi .... que tampoco lo llaman así, lo llaman Petburi..... y desde aquí hemos cogido unas moto taxi para llegar a la zona centro.... unas diez horas y unos 20$ , se ha dado todo muy bien. Las zonas de avituallamiento ya muy correctas y con la típica emergencia 7/11..... y la verdad que tras un mes en Camboya es casi como volver a la civilización en algunas cosas, pero sobre todo la limpieza, pero también las carreteras, los precios visibles, las canalizaciones, .... y un poquito mas de ingles, casi con la misma sonrisa o más.

Petburi promete, sitio muy tranquilo, pequeño con templos, cuevas y palacios reales, muy cerca de la playa. Todavía conserva sus tiendas casa de madera, y ya hemos podido disfrutar de su mercado nocturno. Hoy tortilla de mejillones


viernes, 26 de junio de 2015

Sinahoukville

Hemos estado tres dias en Sinahoukville, la ciudad del rey, como Stalingrado o Leopoldville.... sólo que años más tarde, y bastante más cutre. Es la zona de playa de Camboya, a mi me ha gustado, es como todo aquí: relajado, con gente agradable, un poco desastre y por desgracia sucio, aunque al menos no tanto las playas.

Los camboyanos viven de espalda al mar, no les va demasiado, mas allá de a los pescadores que son todos musulmanes, la gente joven se empieza a animar. La ciudad original está alejada de la playas. En las playas está montado el ambiente más turístico, aunque realmente no hay tanto montado. Y la tradición sigue hasta la playa.


La playa es muy larga, unos 4km. La esquina se llama Serendipy... y en seguida se llama Ocheautel. Hay otra más allá que se llama Otres pero no fuimos. En la zona de Serendipity es donde están los sitios  con vistas al mar, sillones estupendos y BBQ a 3$.Ahí hemos pasado los tres días, dos de ellos con mucha lluvia. El día que no llovió, me quemé. País de extremos. Una pena la lluvia. Se estaba muy relajado y muy a gusto mirando al mar con una cerveza en la mano y leyendo.


Me termine Historia de dos ciudades, de Dickens. Me ha encantado, me ha recordado El Conde de Montecristo, aunque el final lo he visto venir. Me gustan las dos historias y como se unen, como se pasa de la revolución al terror. No se porqué, esperaba un cuento, quizás porque es Dickens. También con los mismos capítulos cortos de las novelas que se editaban en revistas o periódicos por entregas, pero todos completos, todos sustanciales... dejando o abriendo nuevos detalles, nuevos caminos. 

También el guesthouse era muy cómodo, y muy limpio para ser local, en muy buen lugar, céntrico pero no ruidoso, sólo un terrible karaoke cercano. Zana Beach se llama. Hemos desayunado en una mesita con sillas que tenia a la entrada, nos hemos dedicado a las frutas, una sandia entera cuesta 1$, el precio estándar para casi todo si eres blanco.

Las cenas también en la playa, una a cubierto, otra en la playa, otra a medias por la lluvia. Además de la comida del local se puede comprar a los vendedores callejeros. Los calamarcitos a la parrilla era lo mejor, los cangrejos no muy allá, los dulces ricos. El desfilar continuo de vendetodo un poco cansino, aunque normalmente no son pesados. Algunos niños vendiendo, con muchas mas ganas de jugar que de vender, y algún  pobre, sobre todo mutilados. Da igual lo que leas sobre las minas, es increíble la cantidad de gente que se ven sin piernas a la altura de las rodillas.... da igual lo que se cuente, sigue pasando.



El icono aquí son los Golden Lions, dos espantosos leones gigantes dorados de escayola en la gran rotonda de la playa. Las estatuas camboyanas merecen un pequeño resumen. En Kep hay de todo, pero el símbolo es el cangrejo gigante de escayola dentro del mar dando la bienvenida a la ciudad, es el más kitch. Aquí en Kep la mujer desnuda esperando a su marido el pescador es quizás de las pocas que se podría salvar... los muy púdicos camboyanos la han vestido!!!. En Kampot el icono es el gran durián de escayola. Aunque aquí no se salva ni el monumento a las salinas, ni el de la plaza del año 2000 (un año 2000 gigante de escayola). En Phohn Pehn se han gastado mas en el monumento de la independencia, parece de piedra y es como un templete, no es grandioso, pero aceptable. Copias en menor tamaño también  hay por el todo el país. 



Después de mirar el pronóstico del tiempo y aceptar que la temporada de lluvias está ya aquí vamos cerca de la frontera, a Koh kong. Como el tiempo no mejora no merece la pena quedarse, aunque me hubiera gustado acercarme a la isla, los manglares o dar algún paseo por las montañas Cardamomo .... pero no compensa, por otro lado evitaremos de momento las sanguijuelas - de las minas nos salvarían los guías!!!

Además Koh Kong con este tiempo se ve como un sitio poco agradable, casi sin asfaltar, sin ninguna canalización,  no invita a quedarse. Comemos y cenamos en un par de sitios locales pero agradables, donde se termina congregando una curiosa comunidad de expatriados de media 65 años. No preguntamos, pero me intriga. A la mañana siguiente con sol y menos charcos parece mas acogedor, pero nos vamos a Tailandia.

Atrás dejamos Camboya casi tras un mes de viaje,  el país de la eterna sonrisa, de los templos de Angkor, de la tradición budista y de los grandes mercados locales.


martes, 23 de junio de 2015

Kep

Llegamos a Kep, sin madrugar, a media tarde, después de nuestro café y desayuno por Kampot. Nos hemos quedado en unos bungalows estupendos por sólo 14$, al lado del Parque Nacional y del mercado del cangrejo.


Finalmente el mercado del cangrejo y no me defrauda, lo comemos frito con pimienta verde y pimienta negra de Kampot, delicioso, suave, sabroso, ... quizás el mejor que me haya comido nunca, incluso mejor que el de Sri Lanka y el de Singapur. Además nos lo comemos mirando al mar, con una brisa genial, y viendo toda la actividad de las cangrejeras que tiene a los cangrejos vivos en cestas de bambú. Estas mujeres se pasan casi todo el día en el agua.  Completamente vestidas, sin embargo en cuanto llueve se ponen un chubasquero.


El mercado está muy animado, para  cenar las gambas y calamares se ven estupendos, pero el rey es el cangrejo. Las pescadoras van a por sus cestas y los venden vivos al peso, con mucha y dura negociación, sobre seis dolares el kilo. Seguro que al guiri le colocan los muertos. También los cocinan directamente allí.

También hay durián por todos los lados, Kampot también es la capital del Durián. La verdad es que no huele tan mal aquí pero me quedo con el cangrejo. El mercado tiene otros alimentos locales curiosos, los dulces están ricos. Menos bien huelen toda la variedad de gambas secas. El arroz cocinado en hoja de palma es muy colorido pero poco sabroso.






Kep no es realmente un pueblo, esta repartido por pedazos, pero creo que vamos a quedarnos unos cuantos días por aquí. En el paseo por la costa y la playa he perdido a mi compañera con una ola. Se había acercado a una escalera a limpiarse los pies en el mar, y al resbalar se la llevaba la corriente. Ha sido un buen susto, y nos ha ido bastante bien, solo unas cuantas heridas y la perdida de las chanclas. Si no la agarro sigo el viaje solo!!! Menos mal que la bolsa es un poco impermeable, y de momento no parece que tengamos bajas en los gadgets tecnológicos. Veremos mañana. Justo en ese momento venía una tormenta de las de aquí, así que hemos tenido que salir por piernas y venirnos a recuperar en un tuk tuk al bungalow.

Parece que la época de lluvia ya ha llegado, asi que aquí escribiendo en la zona de recepcion de los bungalows. Los dos últimos días hemos pasado de tormentas puntuales a lluvia plena, en mayor o menor medida. Pero casi 36 horas sin parar. Asi que habrá que ver como nos seguimos organizando

Estos días hemos estado pajareando por aquí, cangrejo con pimienta todos los días, y alguna variación de gambas, calamares, pescado y noodles. Nos hemos dado una vuelta por el parque natural de Kep, parecía que no hacía mucho sol pero se me ha frito el cuello!!!! El parque es pequeño, una montaña detrás de Kep, pero no tiene minas y tiene senderos indicados, un lujo aquí, las dos cosas. Damos un paseo corto de 6 km, se ven monos, ardillas, pájaros, mariposas y unos árboles tipo selva, gigantes, con frutos varios, un poquito de selva.


Bajamos por el otro lado de la montaña y nos acercamos andando a Kep City, otros 2 o 3 km andando. Por el camino se ven las casas abandonadas del periodo de los jemeres rojos. Toda la costa esta llena de las cabañas y tenderetes de madera con hamacas para el típico relax local. La costa esta muy arreglada, pero a la vez totalmente descuidada, una pena los plásticos y la basura.... a la vez se ven campañas para intentar educar.... pero está claro que están en primero de limpieza y recogida de basuras. La ciudad tiene aquí otra zona de alojamientos, y comemos en una ONG que se dedica a educar niños, está en un pueblo de pescadores, desde donde comemos encima del mar, se ve isla conejo justo al lado


Hacemos también un día de playa local, esto es desnudándose poco. La playa esta bastante bien y limpia, pero el agua es marrón por las corrientes aunque limpia. Las olas nunca paran. Hay mucho ambiente local alrededor, siempre comiendo o bebiendo, aquí las familias se traen sus esterillas y se dedican a la comida del mar. Es increible como se pueden llegar a apilar estas gentes, 4 en una moto, 8 en un coche, hasta 17 en un pick-up. Eso si, la moto es la reina, ademas se puede adaptar a todo, no solo tuktuk, sirve para mil tipo de chiringuitos de comida y transporte y arrastre.



En los bungalows estoy teniendo los primeros días de no hacer nada de nada, están en una zona relajante, con jardines tropicales, y lleno de bichos, grandes y pequeños. A veces la mosquitera parece un atrapamoscas. Tenemos un pájaro diminuto viviendo entre dos hojas, las ranas cruzan el hall, los milpies parecen tranvías, los escarabajos rinoceronte también acampan en la puerta.... pero de mosquitos bien, hasta ahora bien, eso si, te pican casi todos los días, pero solo una o dos veces. 


El dueño de los bungalows tenía un cine en Suiza, y aquí ha montado una cabaña sin paredes y tenemos nuestro cine privado, hemos visto Birdman y el Hobbit de momento. Muy muy agradable.

También me terminé El Cartero siempre llama dos veces. Me ha encantado, novela negra pura, personajes simples, puros, directos. Se hace difícil imaginar a Cora morena después de ver a Lana Turner. De la de Jack Nicholson recuerdo la escena en la cocina. Habrá que volver a verlas. Curioso que el autor se inspirara en un caso real, en el que la seductora no lo parecía tanto por las fotos. El caso se cuenta estupendamente en One summer, America 1927, un libro de Bill Brison, sobre todo curioso la evolución de la prensa de la época. 

Salimos de Kep después de un último intento en bicicleta, pero solo medio día, porque la lluvia era torrencial, así que poco nuevo mas. Una pizza realmente italiana y una última visita al mercado de marisco, a por las últimas cervezas. También nos hemos podido ver la ultima parte del Hobbit en el cine privado del Bacoma.... por lo menos toda entera completa en tres días, pantalla grande y versión original. No me quiero ni imaginar lo que habrán pensado los que fueron al cine en 2013 a ver la segunda parte!!!


jueves, 18 de junio de 2015

Kampot

El día de la reina madre. Fiesta Nacional. El Rey Padre ya ha muerto. Participó en gran parte de la historia del país, yendo y viniendo. Rey, primer ministro, golpe de estado, primer ministro..... y por el camino por lo visto muchas películas, le gustaba mucho el cine y se dedicó a rodar y a dirigir. Ahora reina su hijo, el del palanquín ridículo. 

Hemos estado al menos cuatro días en Kampot. Un sitio muy tranquilo, muy decadente, pero agradable, con un gran río y un paseo refrescante, al menos diez grados menos. El pueblo de la pimienta - esta deliciosa, verde y negra, - también los jemeres rojos destrozaron las plantaciones, sólo el arroz valía, pero está de vuelta. El único producto de Camboya con denominación de origen.


Capital marítima hasta el siglo XIX cuando los barcos más grandes ya no entraban por el río. El río se abre en dos brazos, y deja la isla del pescado entre medias. Antes está el centro de Kampot, se atraviesa el río por tres puentes: el francés volado por los jemeres rojos y reconstruido con restos; el nuevo, el único que se puede usar; y el del ferrocarril. Creo que ya no queda ni un tren aquí, aunque he oído que hay de mercancías,  ni uno he visto. 


Son días de relax -mas!!!!-, un hotel local agradable con piscina, paseos por la ciudad, el río y el campo, paseos en bici, visita a los mercados, comidas relajadas.... los locales sonrientes y agradables como siempre en este país.


Los pueblos pesqueros a los lados de la ribera del río son siempre musulmanes, pero musulmanes coloridos, los velos tienen color, las ropas tienen color, las caras tienen color y siempre sonrisa, y casi siempre un hello.... sobre todo de los niños. Los barcos de madera salen al anochecer y regresan a la mañana.


Se nota en el mercado que es zona de pescado, las gambas, calamares, bivalvos, pulpos, peces de todos los tipos, incluidos rayas. Están en todos los sitios. Frescos y vivos, o desecados al sol.  No se desaprovecha nada, al no haber cadena de frío se sigue desecando gran parte de la comida para conservarla. Sobre todo las gambas, de cien tamaños distintos, pero en general pequeñas. Los métodos siguen siendo muy tradicionales.




También hay salinas en la zona de la costa se ven las piscinas pero no llegamos a ver sal, a pesar de ser en teoría el final de la época seca. La han debido recoger. El monzón ya está aquí, las tormentas nocturnas y diurnas son mucho mas fuertes.


En las zonas de campo se ven las casas tradicionales, como en Laos, de madera de dos plantas, con la planta superior para vivir y la inferior descubierta para relajarse. Muchas granjas camino de Kep están rodeadas de palmeras que las hacen lucir mucho mas. También la madera luce mucho mas que algunos nuevos tejados de chapa. También esta la construcción más moderna, alta de varios pisos, como imitando shop houses, pero hortera con todos los balcones de metal, esto se ve que les encanta. Casoplones aislados, eso si, todos cerca de la carretera, en la carretera está la vida.


En Kampot quedan casas coloniales, algunas muy bonitas, pero casi todas descuidadas. Es curioso, podría ser un sitio excepcional, un poco más cuidado y con un poco sensación de conjunto, pero ese sentimiento no existe, y eso que aquí es donde más papeleras hemos visto. La falta de ayuntamiento, de servicio publico, de estado.... pero claro, hay que ser realistas, el papel y sobre todo el plástico no desaparece. Un problema que no existía hace 10 años y aquí todavía no tiene solución, cada consumición básica lleva 3 o 4 productos desechables plásticos, un simple café, con vaso, tapa, pajita y bolsa!!!


Todo el mundo trabaja, subsiste con algo, por la carretera se ven muchos productos y actividades locales, además de la pesca, agricultura y mercados mil, todo el mundo vende algo, y todo el mundo vende ademas botellas de gasolina. Se corta y se prepara madera y carbón vegetal, bambú, cestas de todos los tamaños, algunas gigantes, hechas a mano. Y todo el mundo vende comida, de cualquier tipo, y bebida y transporte. Esta gente come y bebe sin parar, y duerme sin parar en sus hamacas, en cualquier lado.... es como un ciclo sin fin, será el calor?


Los monjes se ven con sus tartera y sus paraguas, pasando tienda por tienda, una imagen muy colorida que ya vimos en Battabang, pero bastante distinta de las que recuerdo de Laos y de Birmania, donde los monjes pedían comida de una manera más tradicional y al amanecer. Aquí se pide tienda por tienda, y la mayoría da o le piden dinero.




En unos de los días ciclistas nos hemos acercado a los rápidos de Tak Chuo, como a 9km, ademas del ambiente rural hemos pasado un día de excursión camboyana local, es un Parque Natural - el hombre blanco paga un dólar!!-  y básicamente es un río con rápidos, y un montón de puestos de madera y hoja de palma para relajarse, comer, beber y bañarse en el río.


Ahora hay una presa, pero los rápidos y el caudal es abundante. Nadie habla nada de inglés, así que nos cuesta entender un poco las normas, pero terminamos en un sitio en el que te dejan tu chiringuito, con su estera y hamacas y pagas por lo que consumes, aunque encontrar algo que comer nos lleva un rato de dialogo de besugos, pero como siempre con esta gente sonriente conseguimos algo... otras patas de pollo frito.

De vez en cuando pasan señoras vendiendo cosas y probamos alguna. Lo que mejor sabe es la cerveza, con hielo!!!! Los locales son bastante folloneros, y le gusta el chunda chunda, así que hay que tirar de vez en cuando un poco de cascos y tablet para relajar, la verdad es que se está estupendamente, y sale todo el día por diez dólares: 2 de bicis, 2 de PN, 3 de cerveza y 3 de pollo.... y una inmersión local. Por cierto, las locales son muy recatadas, se bañan vestidas, con ropas muy anchas, o con bañadores años 60.... curioso. Igual en la piscina del hotel. Casi ninguno sabe nadar.




El café con hielo aquí también nos encanta, somos los únicos blancos todos los días en el mercado de la ciudad, todos los días probamos algo. Sobre todo frutas. Tengo que buscar el nombre de alguna de ellas, la última es difícil de definir, como de broma, tengo que buscar el nombre en internet (lo encontré, mangostan). Hay que buscar algún sitio con cocina para disfrutar de los productos del mar... y hacerse un buen arroz!!! También hemos probado una bebida verde dulce, creo que hecha de coco, y una blanca, también dulce, como horchata de arroz, a todo le echan una tonelada de azúcar. Una pena que no nos podemos llevar la pimienta.


El hotel lo llevan locales, buena gente pero superdespistados, necesitan un curso de hospedería y hostelería. Se ve que es un negocio familiar, muy nuevo, la piscina y las habitaciones muy bien pero rematadas como con prisa. Siempre hay 3 o 4 en recepción, siempre viendo la tele en el PC on con el teléfono, y ninguno sabe inglés. También siempre alguno durmiendo. Me parece que aplican el mismo criterio que a las tiendas del mercado, lo importante es que siempre haya alguien, por si alguien pregunta. Por cierto, el primer sitio en el que he visto a un occidental con prostitutas, el tipo se las hace traer al hotel. Parece ser que todo el mundo gana, el del hotel, la chica, la acompañante, el del tuk tuk....

Me he quedado con ganas de jugar al futbol aqui con los locales, tenian unos campitos de césped artificial muy curiosos, juegan con un balón casi de piedra.... y la mayoria descalzos. Se ven muchas camisetas del  Madrid, me temo que al año que viene sean del Barsa!!!

Ayer acabe Alamut, de Vladimir Bartol lo había empezado en Roncesvalles el 13/04. Claro que en el Camino solo leí ese día. Me ha costado un poco por la falta de continuidad. No me ha ayudado ya conocer la historia, me había impactado en las novelas de Peter Berling cuando lo leí de chaval. La secta del Viejo de la Montaña y sus asesinos, la historia de parte de los ismaelitas. De Alamut apenas ya queda el lugar en Irán, y Masiaf ya no creo que llegue a verlo en Siria, como el Krak de los caballeros, o Palmira, o Alepo o Damasco.... se me pasó la oportunidad. No sabia que la leyenda había resurgido por los escritos de Marco Polo, historia o leyenda, impactante y curiosa, casi más de 200 años en el nido de las águilas, hasta la época de los mongoles. Por cierto, la historia está hoy más en vigor que nunca.



sábado, 13 de junio de 2015

Phnom Penh

Phnom Penh es la gran ciudad de Camboya, en teoría. 2 millones de habitantes. Repoblada después de que los jemeres rojos expulsaran en 24 horas a los 2 millones que vivían aquí en 1976. La historia la he visto, leído, todavía no entendido al 100%, pero no voy a visitar el centro de tortura ni los Killing Fields. Los Campos porque me parece una vergüenza que se exploten como un destino turístico, y mas por los coreanos vendido como una franquicia. El S21 porque creo que no me va aportar demasiado mas. Sólo siete supervivientes, dos todavía allí vivos como parte del museo! 17.000 encarcelados, torturados y asesinados. Fotos de todos, antes y después.

La ciudad es agradable, a mi me lo parece, aunque sucia y caótica, como todo Camboya. Mucho menos calor que en Battambang. Seguimos con Amaya e Iker, pero nos organizamos días separados y cenas conjuntas. También distintos hoteles, nosotros nos quedamos en Mama Veray, no esta mal por 15$. Muy cerca de los sitios para ver al lado del río.

El río le da mucha vida. El Tonle Sap se ve grande, pero el Mekong es descomunal. Aquí se juntan. Curiosamente el agua que le sobra al Mekong fluye en dirección contraria para rellenar el lago, el Tonle Sap, el único lago del mundo que se llena al revés. Toda la vida de la ciudad se hace de cara al río, pero en la zona del Tonle Sap. Allí están los mejores hoteles  y la zona agradable de cenas y copas, aunque sensiblemente mas caros. El Mekong ya se va hacia Vietnam, a formar el delta del dragón. Es de mis ríos favoritos, donde más me gustó fue en Laos, sobre todo en la zona de Luan Prabang (foto analógica!) rodeado de selva, más que en el delta en Vietnam.


Estos días, y como siempre, hemos andado mucho por la ciudad. No tiene mucho para ver, y lo que tiene se concentra. Los templos y pagodas locales son agradables, llenos de monjes, pero las calles tienen tantos cables que a veces cuesta ver lo edificios de frente. Ninguno es destacable.

Subimos al Phonm Wat, la colina Phonm donde en teoría la señora Penh coloco los budas que se encontró en el Mekong, dando origen a Phonm Penh. Mas allá de la leyenda, el templo es uno mas, repleto de budas, y con alguna señora leyendo la buena ventura en unas hojas de palma, donde se encuentra el futuro al azar... bastante curioso, como un horóscopo en el templo.

La ciudad esta llena de embajadas, nunca me había fijado que las embajadas reflejaban la idiosincrasia del país: Estados Unidos, como una fortaleza; Reino Unido, elegante y clásica; Singapur, rica y moderna.... y las mas curiosas, Corea del Norte, Cuba, los amigos comunistas. No vi la de Francia, no la busque, me gusta andar por estas ciudades sin plan. Me hubiera gustado, por la historia después de la ocupación jemer, donde se escondieron los occidentales, incluidos los protagonistas de Los gritos del silencio (killing Fields en inglés).



Una tarde me acerqué a ver el Museo de arte , uno de los pocos sitios con este nivel de escultura jemer. El edificio es muy bonito, como si fuera un templo o un palacio. Algunas piezas son muy curiosas: Una garuda gigante como un guardia urbano parando el trafico; un Visnu de bronce también gigante que se encontró en Angkor siguiendo el sueño de un pescador, esta despertando del sueño tras crear el mundo, sólo se conserva la cabeza, en teoría Laksmi le estaría masajeando las piernas; Visnu en piedra, casi perfecto, de 4 metros de alto, con sus ocho brazos, de hace 13 siglos; dos monos inmensos de piedra peleando; y por supuesto escultura de Angkor, incluido el original del rey leproso asexuado. En teoría las esculturas de Angkot estarían adornadas con oro y piedras preciosas.





















En el museo mientras veo la parte moderna del ballet real, me encuentro con un monje, fan del real madrid, con el que estoy hablando media tarde.... a duras penas, porque el inglés es limitado. Quiere practicar. Viene del campo y ahora esta viviendo y estudiando en la ciudad, en la escuela budista. Me lleva allí, a su clase, hay 1200 alumnos en la escuela.... una locura de color, con 1.200 monjes saliendo de  clase. Me explica que es una colegio de secundaria, con las asignaturas normales, pero para monjes. También que los tres colores de monje son intercambiables, se pueden poner su color favorito si la pagoda no tiene normas especificas. Se saca un Samsung 5 de su bolsilla de monje y me enseña las fotos de su pueblo!!! Allí sólo eran 3 en la pagoda, en PP mas de 300. Las familias pobres siguen mandando a los niños al monasterio para que tenga un futuro. Antes de irnos me enseña su Facebook, esta conectado a la pagina del Real Madrid. Quedamos en vernos al día siguiente, pero no le localizo. 




Aqui el mayor monumento es el Palacio Real. Sigue un poco el modelo del de Bangkok, pero quizás más humilde. Construido en el siglo XIX, pero sobre todo el XX. Curiosamente la entrada principal está muy cuidada, pero por fuera, la parte de atrás es otra historia. Tiene un pabellón para saludar a las masas, otro para recepciones reales, bailes oficiales, para subirse al elefante y hasta para guardar los regalos del rey. Todo de estilo muy oriental, muy dorado, pero bonito. El más antiguo un palacete desmontable de metal que le regaló Napoleón III.


En la parte religiosa destaca la pagoda de plata, con todo el suelo de piezas de plata, unas 5.000, de mas de 1 kilo cada una. O sea 5 toneladas de plata. Es curioso de ver, me imagino que los historiadores y arqueólogos se llevaran las manos a la cabeza al ver como las unen con cinta adhesiva para que no se levanten en algunas zonas, restauración low tech!!!!.... las losas solo se ven en la entrada, el resto esta cubierto por alfombras. También esta lleno de budas, el de jade que parece de  cristal verde, el de oro, de más de 90 kilos y 2.000 diamantes y dinero por todos los sitios, debajo o encima de cada buda, hasta enfrente del palanquín del rey. La pagoda por fuera es también bonita, y también los otros edificios de alrededor, aunque mas modestos. Hay frescos locales en todo el perímetro, mucho me temo que manchados de pintura al pintar el techo!!!


Fuera se ven mujeres tejiendo con telares  clásicos, a un hombre cortando la tela con una especie de soldador, instrumentos y música local, palanquines ridículos para subir al rey, y lo que más me gusta, sillas de montar elefantes, las mejores las de mimbre.




Los mercados me han gustado, aunque los de Battambang eran mejores, por lo menos para la comida. El Central tenía una parte de seafood muy interesante, nunca había visto tantos tipos de bivalvos vivos juntos, sobre todo una increíble variedad de almejas. Sorprende el gran numero de joyerías, muchísimas. En otro mercado hemos encontrado muy buen café con hielo, muchas peluquerías y no me he podido resistir a hacerme una limpieza de cutis local, por dos dólares, ha sido relajante y agradable, curiosamente se lo estaban haciendo muchos chicos.


La comida no ha ido ni bien ni mal, la cerveza sigue siendo la reina de las bebidas, los shakes son menos agradables y más caros, y en general hemos visto menos fruta, por lo menos cerca de casa. Nos hemos agenciado nutella y pan para desayunar algo dulce, la nutella a 5$!!!!. La mejor cena ha sido en un chino muy local, aunque todavía me esta repitiendo el ajo. También nos animamos con un pollo asado, aunque le quitamos la cabeza y las patas.

Todavía no nos hemos animado con algunos de los piscolabis locales. Como están comiendo a todas horas hay mucha variedad de aperitivos. Una de las más coloridas son las almejas con picante y sal, pero puestas al sol y crudas ... no hay valor suficiente.




También nuestra primera colada oficial en unas máquinas self-service, no fue mal. Y la espera la gestionamos con cerveza, knight con hielo, en un local con karaoke. Por cierto, por aquí ya hemos visto muchos sitios de chicas, también mucho maduro europeo con joven local, muchos ya reproducidos.

Hoy nos hemos despedido de los pamplonicas, gran hallazgo, grandes chicos. Una suerte. A ver si los volvemos a ver antes de que sigan a Indonesia. Justo antes de despedirnos hemos visto un accidente. Un taxi se ha llevado por delante una moto, el muy cabrón ha dado marcha atrás, y se ha fugado!!!! Teníamos la matrícula y hemos estado ayudando. El atropellado no estaba herido, pero si que tenia una buena borrachera. Habrá que prestar mas atención al trafico.

Mañana a Kampot, el 50% mas barato comprando en la compañía en vez de en las agencias ... espero que lleguemos. En la taquilla me han dicho Same Same.



jueves, 11 de junio de 2015

Battambang


En el autobús a Battambang  conocemos a unos chicos de Pamplona, Iker y Amaya. Llevan 7 meses de viaje por Asia, así que son una gran fuente de información. India no les ha gustado, pero 3 meses allí pueden ser mucho. En cambio Malasia les ha convencido, genial porque estaba en los planes después de Camboya. Iker también provee  información tecnológica, que ayuda con mis múltiples carencias de usuario... pero sin duda lo que me deja loco es la aplicación que lleva en el móvil que maneja aparatos eléctricos!! Cualquiera!!! Hace funcionar el aire acondicionado!! Increíble!!! Esto reduce el precio de las habitaciones a la mitad. El hallazgo del día.

Nada mas llegar hay que manejar el pelotón de tuk tuks esperando en la estación. Me quedo con el más tranquilo. Nos lleva de hotel en hotel, son todos medio cuevas, no quedamos en el cuarto, buena wifi y limpio, y con el aire gratis. 5$. No nos podemos quejar.

Battambang es un sitio tranquilo, un poco catástrofe, con muchos mercados callejeros, de día y de noche, que es lo mejor de la ciudad. Una ciudad que vive al lado de su río, muy tradicional, llena de vida local, templos y monjes.



La comida no está mal en los puestos callejeros, salchichas, pollos, fritangas varias... y pan, un pan muy rico que no se encuentra fácil en Asia, herencia francesa.  Algún bocadillo de barbacoa nos hacemos. En los mercados los dulces locales están muy ricos, tienen los de estilo fritanga, pero también dulces de horno. Y el café, con hielo y leche condensada como en Vietnam, muy rico. La fruta dulce y muy barata.  Algún garito un poco mas relajado para tomar cerveza de barril. Hay que intentar no pasar de los dos litros diarios, pero cuesta: Anchor, Cambodia, Angkor.... todas frías y ligeras.

Desayunamos en los mercados, de puesto en puesto, probando un poco de todo, dulce y fruta. Comida en local más civilizado, con ventilador. La cena, en el mercado nocturno, con las variedades locales al lado del río. No es turístico, la gente muy sonriente y agradable, sin timos y gente honesta en los mercados. Los conductores llevan comisión por todo, así que hay que evitarlos y buscar por tu cuenta, no es problema, es caminable. 




Nuestro conductor nos lleva un día de excursión, parece legal, pero sobre todo es tranquilo, y tiene buen inglés. Estudia el fin de semana y tuktukea el resto. Después de ver un poco la ciudad salimos al campo, una de las estrellas aquí es el tren de bambú. La idea inicial es original para optimizar las vías coloniales y sobre todo optimizar la vía única. Una plataforma de bambú con un motorcillo muy ligera que se puede desmontar sencillamente si viene algo de frente. La prioridad la marca la ocupación de cada tren. Se bajan los que son menos. Lo vemos, pero parece un poco turistada y tiene a su policía corrupto cobrando comisión, así que no subimos. 


Seguimos excursión por el río, entre pueblos de pescadores musulmanes muy tradicionales. No hay escuela en el pueblo, a la más cercana no se puede ir andando no hay transporte público aquí, ... la siguiente generación trabaja desde muy pronto con sus padres. Hombres y mujeres cruzan el río andando. Los niños cruzan el rebaño de cabras en un barco. No están muy por la labor. Hay que subirlas en brazos.


El camino va de lado a lado del río por puentes colgantes, con plantaciones de casi todo: papaya, mangos, banano, chili, .... y hasta vino. Pena da ver las uvitas, mejor no probar el vino, no tiene buena fama.

También vemos los primeros murciélagos del día, de la fruta. Gigantes, colgando de los árboles. Como vampiros abrigados en sus capas. Cuando vuelan lo hacen como grandes pájaros. Ya los vi en Sri Lanka, pero me gustan e impresionan de nuevo.

Vamos al primer templo, es jemer antiguo.  En una colina. 350+ escalones. Está bonito, las vistas también. Tiene su encanto, aunque los templos después de una semana en Angkor impresionan menos. Los niños trabajando, abanicando a locales, o a nosotros, tiene bastante menos encanto. Difícil juzgar las economías familiares.

El segundo templo, más moderno, está todavía más alto, hay pagodas, un poco de todo. Esta muy sucio, raro para un sitio budista. La subida es dura, sudorosa. Arriba muchos macacos dando vueltas. Las pagodas se ven muy doradas y hay buenas vistas de las llanuras. También como un desfiladero que ahueca la montaña.


Los niños y mayores se hacen fotos conmigo, llevo la camiseta de Sergio Ramos. En la bajada vamos a las cuevas donde los jemeres rojos ejecutaban a los locales, unos 10.000 aquí. Les cortaban el cuello con una caña y los arrojaban a la cueva. Aquí trajeron a los habitantes de Battabang, a cultivar arroz y morir de hambre. Ahora es un templo. Los monjes rezan con las calaveras y otros huesos apilados en una urna.

Antes de irnos el espectáculo del día. En la montaña hay una cueva con 5-10 millones de murciélagos. Estos cazan insectos y salen al atardecer de caza. Todos a la vez. Curioso como se alinean para salir . Forman una serpiente negra en el cielo.... y no paran de salir en 20 minutos. Luego desde la distancia se ve la mancha en el cielo, cambiando, parece como si se fuera pintando el cielo. Impresionante. 




Los mercados están muy vivos, como todos en Asia. La comida siempre es lo más espectacular. Hay mucho bicho vivo, muerto y entre medias, ademas de lo de siempre llaman la atención las serpientes, las ranas ya peladas y todavía moviéndose, los peces vivos en agua y en seco, insectos vivos o fritos, incluidas las grandes cucarachas, murciélagos fritos, patos y gallinas, .... y partes de casi cualquier animal. 


Los precios están muy bien, 0.25$ una piña, 0.5$ café con leche, 1$ casi kilo lichis. Hay un montón de joyerías! Impresiona verlos contar y apilar verdaderos montones de billetes en bolsas de basura. Los aperitivos todos con chili, da igual que sean escarabajos que chirlas. Y todo el color de la fruta y la verdura. La reina para mi desgracia es la verdura.


También una local me ha tirado de los pelos de los brazos... you are beatiful me decía.... lo mismo debían pensar los monos de Angkor... o no.



La ciudad se anda fácil cuando el calor deja, fuera de los mercados lo mejor es pasear cerca del río. Hay algún templo y monasterio con sus monjes que salen a pedir por la mañana.  Ellos siempre con paraguas, para el monzón,  pero sobre todo para el sol.


Los monasterios budistas son muy coloridos, llenos de pagodas, monjas y perros. Alguna vez hay que andar con cuidado. Las pagodas menores alrededor de los templos son tumbas de monjes. 


Las casas coloniales son pocas y poco cuidadas pero el ambiente es agradable. También queda algún puente peatonal y algún edificio oficial bien cuidado. Aquí nos enteramos que el rey ha muerto y deja heredero. El partido en el poder, el PP de Camboya, lleva 15 años en en el poder. Los carteles están en todos los sitios. Cambodia People Party. Los de a  pie se vuelven a quejar. Los monjes siguen a su ritmo.