Lo único malo de no seguir el plan original es que hemos vuelto por donde fuimos, El Nido primero y Puerto Princesa después, y aunque los dos sitios me gustan te queda la sensación de repetición y haberte perdido algo distinto -que no tiene porque ser mejor.
El viaje a Puerto Princesa se hace corto, las cinco horas por el paisaje salvaje de Palawan se van en un suspiro, luego bollos, cervezas, cena, paseo por la bahía con locales, guesthouse acogedora... y vuelo a día siguiente para volver a nuestra terrible Manila.... que sigue igual de terrible, hasta 4 taxis hasta que agarro uno honesto que pone el taxímetro, de nuevo menos de tres euros. Y de comida Mc Donald! !! Lo que tiene llegar a deshora.
..... Y hoy Manila ha mejorado, ha sido por el encuentro con la historia. Que ganas tenia de historia, se echa algo de menos en algunos destinos asiáticos, y además de historia del imperio español. Casi no queda nada, todo fue destruido finalmente en la II Guerra Mundial. En la batalla final, en sólo un mes, murieron más de 100.000 civiles entre la barbaridades japonesas y los bombardeos americanos.
La zona histórica se siguen llamando Intramuros, y es la muralla lo que mejor ser conserva, se ven los bastiones perfectamente, y pegado a las murallas han decidido hacer un club de golf, se ve que la única manera de mantenerlo cuidado. Antes de entrar en la muralla el Parque de Rizal.
Lo mejor que queda es el Convento de San Agustín que es Patrimonio de la Humanidad. En el claustro y demás dependencias han montado un museo bastante bueno. Impresiona leer sobre las rutas entre España y el Imperio. La circunvalación al mundo y visita - que pago con su vida- de Magallanes; la apertura de la ruta de vuelta desde Acapulco a Filipinas, tras la conquista de Legazpi. La ruta de vuelta fue abierta por un fraile, tres meses ida y seis de vuelta, la ruta del galeón de Manila, del que llegaban los mantones a Madrid; la ruta desde Cádiz por el Cabo de nueva Esperanza de casi seis meses, y finalmente su reducción a 40 días cuando se abrió el Canal de Suez. Que cantidad de buenas películas y buenas historias nos estamos perdiendo.
El museo conserva claustro, refectorio, sala capitular - aquí se firmó la rendición con los Estados Unidos en el 98- y el claustro superior con un puñado de obras curiosas, religiosas nativas. Y la historia de unos frailes de otro tiempo, también verdaderos aventureros. La iglesia es sencilla de grandes muros y ha medio sobrevivido a todo tipo de conflictos, quizá me gusta más por la ausencia de monumentos estos meses. Tienen una réplica del niño dios que trajo Magallanes en su primer viaje y que se reencontró en la visita posterior de Legazpi.
Enfrente hay unas cuantas casas coloniales reconstruidas que dan algo de color. Los guardias en esta zona llevan los uniformes de la época colonial, sombrero incluido. Más adelante la plaza de la catedral, reconstruida mil veces pero desde fuera todavía tiene una vista bonita, le ayuda la plaza justo enfrente donde descubro una estatua a Carlos IV agradeciendo la expedición que trajo la vacuna de la viruela, la historia que leí recientemente, A Flor de Piel.
Más al fondo el Fuerte de Santiago, la fortaleza que controla el río Pasig y que se añade al resto de la ciudadela. También es una zona agradable y cuidada con jardines. Queda poco, y lo que mas se recuerda aquí es a Rizal, el mártir de la independencia, aquí sufrió prisión y fue fusilado en el parque que ahora lleva su nombre. Aquí es un mito, y mi opinión personal es exactamente esa, mito, con una parte de realidad y un uso posterior político. ¿Figura de la independencia para ser colonia americana hasta la guerra...? pero el personaje en cuestión era extremadamente brillante, y como todos los libertadores de colonias hispanas con educación ibérica y criollo. Bueno, aquí con mezcla china no sé como se llamará.
En cuanto te sales de la calle central de Intramuros te topas con Manila, niños por el suelo, pobreza y supervivencia, ruido y tráfico, y aun así hoy me gusta mas y se aguanta mejor. Justo fuera de las murallas esta el parque. Me imagino que también por la guerra es casi un parque sin árboles grandes, pero agradable. Es como si a veces echará de menos que Manila no se parezca más a Sudamérica, las plazas, las casas, el Cabildo, las iglesias, ... es como que quisiera verlo ahí, pero no está. Aún así me encanta imaginar la historia aquí.
El Parque de Rizal tiene alguna cosa curiosa, un intento de mapa tridimensional de las islas Filipinas, una estatua gigante del indígena que mató a Magallanes y retrasó la conquista 40 años, un montón más de bustos de personajes históricos, todos a nuestra costa, un auditorio, y buen ambiente de familias y relajación.
Al día siguiente termino la visita histórica, volvemos al parque de Rizal, hoy es 30 de diciembre, el día de su fusilamiento y fiesta nacional, nos acercamos al lugar del fusilamiento y a su tumba que está en el parque, hoy con la bandera a media hasta a su lado. Fusilado por soldados filipinos, curiosamente se representa fusilado por la espalda, no se si por realismo o por teatralidad.
Nos acercamos al Museo de pueblos filipinos que tenia ganas de ver, hoy es gratis me imagino que por la fiesta. Hay alguna cosa curiosa como el comercio del marfil o la exposición de las gentes de Mindanao. Lo que mas me gusta es la exposición del galeón hundido en la bahía de Manila en la defensa de la ciudad contra los holandeses. La vida del capitán a bordo era de lujo.
Quizá lo más excepcional de la parte prehispánica son la construcción de barcos, obviamente hechos completamente a mano pero con una técnica totalmente distinta. Las tablas unidas por cuerdas a través de agujeros que se dejaban en las propias láminas y luego unidos por costillas de madera. Han encontrado algunas barcas de casi 1700 años de antigüedad.
Como siempre se intenta explicar el gran estado de desarrollo antes de las llegadas de occidentales, todo porque podían fabricar vasijas de barro. Las que son espectaculares por diferentes son las que usaban como urnas funerarias con cabezas antropomorfas como tapas, son muy curiosas y un tanto intrigantes.
Por cierto conseguimos el pasaporte, el gran condicionador de andar tanto tiempo alrededor de esta ciudad. Un sitio exótico para tener un pasaporte expedido. No recomiendo la experiencia.
Ya estamos listos para salir de Manila y de Filipinas, pero volveremos, como dice la campaña. Evitaremos Manila, volaremos a Cebú con muchas ganas de playa y de buceo, a ver si no hay más tifón. De momento dejamos el archipiélago y esta capital. Filipinas como Indonesia son muchos países, he visto dos distintos excepcionales, La Cordillera y Palawan, y otro decepcionante, que no es Coron sino Manila, bueno, más que decepcionante preocupante, pero de la miseria y sus consecuencias no se puede huir, pero es verdad que en muchos sitios de Asia no es tan palpable.
Antes de irme me he terminado un libro en inglés, de papel de playa, Moriarty. A veces es complicado elegir en el intercambio de libros!!! Me ha gustado más de lo que me esperaba, es bastante entretenido. Me sorprende que un tipo pueda escribir así de fácil por encargo, ahora una continuación de Sherlock Holmes, luego el siguiente libro de James Bond, libros para niños o sus propias novelas. No es un gran libro, pero tiene su merito.
..... Y hoy Manila ha mejorado, ha sido por el encuentro con la historia. Que ganas tenia de historia, se echa algo de menos en algunos destinos asiáticos, y además de historia del imperio español. Casi no queda nada, todo fue destruido finalmente en la II Guerra Mundial. En la batalla final, en sólo un mes, murieron más de 100.000 civiles entre la barbaridades japonesas y los bombardeos americanos.
La zona histórica se siguen llamando Intramuros, y es la muralla lo que mejor ser conserva, se ven los bastiones perfectamente, y pegado a las murallas han decidido hacer un club de golf, se ve que la única manera de mantenerlo cuidado. Antes de entrar en la muralla el Parque de Rizal.
Lo mejor que queda es el Convento de San Agustín que es Patrimonio de la Humanidad. En el claustro y demás dependencias han montado un museo bastante bueno. Impresiona leer sobre las rutas entre España y el Imperio. La circunvalación al mundo y visita - que pago con su vida- de Magallanes; la apertura de la ruta de vuelta desde Acapulco a Filipinas, tras la conquista de Legazpi. La ruta de vuelta fue abierta por un fraile, tres meses ida y seis de vuelta, la ruta del galeón de Manila, del que llegaban los mantones a Madrid; la ruta desde Cádiz por el Cabo de nueva Esperanza de casi seis meses, y finalmente su reducción a 40 días cuando se abrió el Canal de Suez. Que cantidad de buenas películas y buenas historias nos estamos perdiendo.
El museo conserva claustro, refectorio, sala capitular - aquí se firmó la rendición con los Estados Unidos en el 98- y el claustro superior con un puñado de obras curiosas, religiosas nativas. Y la historia de unos frailes de otro tiempo, también verdaderos aventureros. La iglesia es sencilla de grandes muros y ha medio sobrevivido a todo tipo de conflictos, quizá me gusta más por la ausencia de monumentos estos meses. Tienen una réplica del niño dios que trajo Magallanes en su primer viaje y que se reencontró en la visita posterior de Legazpi.
Enfrente hay unas cuantas casas coloniales reconstruidas que dan algo de color. Los guardias en esta zona llevan los uniformes de la época colonial, sombrero incluido. Más adelante la plaza de la catedral, reconstruida mil veces pero desde fuera todavía tiene una vista bonita, le ayuda la plaza justo enfrente donde descubro una estatua a Carlos IV agradeciendo la expedición que trajo la vacuna de la viruela, la historia que leí recientemente, A Flor de Piel.
Más al fondo el Fuerte de Santiago, la fortaleza que controla el río Pasig y que se añade al resto de la ciudadela. También es una zona agradable y cuidada con jardines. Queda poco, y lo que mas se recuerda aquí es a Rizal, el mártir de la independencia, aquí sufrió prisión y fue fusilado en el parque que ahora lleva su nombre. Aquí es un mito, y mi opinión personal es exactamente esa, mito, con una parte de realidad y un uso posterior político. ¿Figura de la independencia para ser colonia americana hasta la guerra...? pero el personaje en cuestión era extremadamente brillante, y como todos los libertadores de colonias hispanas con educación ibérica y criollo. Bueno, aquí con mezcla china no sé como se llamará.
En cuanto te sales de la calle central de Intramuros te topas con Manila, niños por el suelo, pobreza y supervivencia, ruido y tráfico, y aun así hoy me gusta mas y se aguanta mejor. Justo fuera de las murallas esta el parque. Me imagino que también por la guerra es casi un parque sin árboles grandes, pero agradable. Es como si a veces echará de menos que Manila no se parezca más a Sudamérica, las plazas, las casas, el Cabildo, las iglesias, ... es como que quisiera verlo ahí, pero no está. Aún así me encanta imaginar la historia aquí.
El Parque de Rizal tiene alguna cosa curiosa, un intento de mapa tridimensional de las islas Filipinas, una estatua gigante del indígena que mató a Magallanes y retrasó la conquista 40 años, un montón más de bustos de personajes históricos, todos a nuestra costa, un auditorio, y buen ambiente de familias y relajación.
Al día siguiente termino la visita histórica, volvemos al parque de Rizal, hoy es 30 de diciembre, el día de su fusilamiento y fiesta nacional, nos acercamos al lugar del fusilamiento y a su tumba que está en el parque, hoy con la bandera a media hasta a su lado. Fusilado por soldados filipinos, curiosamente se representa fusilado por la espalda, no se si por realismo o por teatralidad.
Nos acercamos al Museo de pueblos filipinos que tenia ganas de ver, hoy es gratis me imagino que por la fiesta. Hay alguna cosa curiosa como el comercio del marfil o la exposición de las gentes de Mindanao. Lo que mas me gusta es la exposición del galeón hundido en la bahía de Manila en la defensa de la ciudad contra los holandeses. La vida del capitán a bordo era de lujo.
Quizá lo más excepcional de la parte prehispánica son la construcción de barcos, obviamente hechos completamente a mano pero con una técnica totalmente distinta. Las tablas unidas por cuerdas a través de agujeros que se dejaban en las propias láminas y luego unidos por costillas de madera. Han encontrado algunas barcas de casi 1700 años de antigüedad.
Como siempre se intenta explicar el gran estado de desarrollo antes de las llegadas de occidentales, todo porque podían fabricar vasijas de barro. Las que son espectaculares por diferentes son las que usaban como urnas funerarias con cabezas antropomorfas como tapas, son muy curiosas y un tanto intrigantes.
Por cierto conseguimos el pasaporte, el gran condicionador de andar tanto tiempo alrededor de esta ciudad. Un sitio exótico para tener un pasaporte expedido. No recomiendo la experiencia.
Ya estamos listos para salir de Manila y de Filipinas, pero volveremos, como dice la campaña. Evitaremos Manila, volaremos a Cebú con muchas ganas de playa y de buceo, a ver si no hay más tifón. De momento dejamos el archipiélago y esta capital. Filipinas como Indonesia son muchos países, he visto dos distintos excepcionales, La Cordillera y Palawan, y otro decepcionante, que no es Coron sino Manila, bueno, más que decepcionante preocupante, pero de la miseria y sus consecuencias no se puede huir, pero es verdad que en muchos sitios de Asia no es tan palpable.
Antes de irme me he terminado un libro en inglés, de papel de playa, Moriarty. A veces es complicado elegir en el intercambio de libros!!! Me ha gustado más de lo que me esperaba, es bastante entretenido. Me sorprende que un tipo pueda escribir así de fácil por encargo, ahora una continuación de Sherlock Holmes, luego el siguiente libro de James Bond, libros para niños o sus propias novelas. No es un gran libro, pero tiene su merito.