miércoles, 29 de julio de 2015

Putrajaya

Ya que estábamos en Kuala Lumpur  también nos hemos acercado a Putrajaya. La verdad es que la localización en Chinatown es estupenda para moverse, se pueden coger todos los transportes en menos de 5 minutos. A Putrajaya vamos en bus que es más barato que en tren, también menos de 1 euro, hasta Putrajaya Central, y desde allí otro bus local que cuesta casi nada. Está a unos 30 km,  pero aquí las carreteras son estupendas, todas autovías.

Putrajaya es la Brasilia de Malasia,  una  ciudad descomunal creada de la nada en antiguas plantaciones de caucho, en teoría para crear el centro administrativo perfecto, la ciudad ideal.  No lo se si lo han conseguido, porque no sé el precio, pero la ciudad también merece una visita si se está por aquí para ver el experimento y disfrutar de los edificios


Podría ser una ciudad nueva de cualquier lugar del mundo, excepto por la proliferación de grandes cúpulas mogoles y mezquitas descomunales. Con grandes avenidas, en el centro de un lago artificial,  con más verde que edificios y con nadie andando por la calle,  somos los únicos que andamos en la ciudad. Sólo vienen autobuses organizados a ver las mezquitas.

Nos bajamos del bus en la  mezquita Putra.  Tiene unas grandes cúpulas rojas y conseguimos verla justo antes de la oración. Después de ponernos el traje de rosacruz conspirador visitamos el patio y una mujer muy agradable, Rohana, nos enseña el interior, nos explica detalles del islam, nos da contactos para seguir nuestro viaje.... y un Corán. De nuevo una visión más relajada, colorida y agradable de la que se ve normalmente en televisión. 


El interior tiene influencias iraníes,  turcas y egipcias. El interior de la cúpula es impresionante. Tiene espacio para 15.000 personas, con separación de hombres y mujeres. Ya está llegando la gente a rezar así que nos vamos a ver el palacio del primer ministro por fuera, descomunal y lleno de cúpulas verdes  y a comer al lado del lago.



Nos paseamos toda la calle principal, unos 4 km, y no nos cruzamos con nadie a pie. Ademas de alguna mezquita aun más grande hay algún edifico curioso, y una zona como si fuera Nuevos Ministerios pero en moderno y oriental, también normalmente con cúpulas.


En el lago hay al menos nueve puentes, alguno de estilo Calatrava. Los puentes en los extremos que se unen como a nuevas islas son mas robustos, entre modernos y clásicos. También aquí esta la rotonda más grande del mundo. Esta sólo la he visto en Google Earth. 


En el autobús a Malaca me he terminado Anatomía de un instante, de Cercas. Me gusta la historia, pero me parece que a veces repite demasiado los datos y la dirección,  como si no confiará en el que el lector le está siguiendo o se está leyendo el libro solo a ratos. Coincido en que la historia reciente,  la que hemos vivido a veces personalmente, son mas nuestros recuerdos, reales o no,  que la historia que realmente paso. Del 23 de febrero del 81 recuerdo a mi madre preguntándole angustiada a mi padre en el garaje si volvíamos a la guerra, que los tanques ya estaban en la calle en Valencia.



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