martes, 28 de julio de 2015

Batu Caves

Nos acercamos a las Batu Caves, que no es la Baticueva sino unas cuevas cercas de río Batu. Están a 12km de Kuala Lumpur, muy fácil de llegar en tren desde KL Central.  El tren sale cada media hora y cuesta menos de un euro. Las cuevas son un sitio interesante de visitar,  son unas cuevas kársticas que los hindúes han convertido en templos, con el colorido que ello supone.

Nada más bajarse del tren hay una primera cueva que se puede visitar. Antes hay un templo pequeño con una figura gigantesca verde del dios rey mono, se abre el pecho como si del corazón se sacase al hombre. La verdad es que me cuesta seguir la mitología y dioses indios, son incontables.... pero como en esta zona de Asia la cultura hindú tuvo una gran influencia se va reconociendo a las figuras principales.


En esta cueva cobran por entrar pero solo 5 ringitt. Fuera de la  cueva te dan la bienvenida una diligencia de caballos de bronce y otra gran figura de un dios azul. Ya dentro está representado el poema épico indio más famoso, el Ramayama, con el rey mono ayudando a Rama a encontrar a Sita raptada por el rey de Sri Lanka. La cueva es bonita, esta bien iluminada y las figuras resaltan por sus colores.


Pero resultan como figuras salidas de un comic. Con sus múltiples caras, los ejércitos de hombres mono y la aventura de Gulliver indio en el país de los enanos. Los indios se representan muy poco idealizados, bastante realistas, con grandes barrigas. También dentro en la parte superior hay un templo dedicado  a la linga.... es una estalagmita grande


El templo, como todos los populares aquí,  tiene  mucha actividad comercial,  pero los hindúes les dan un colorido especial. Debe haber alguna celebración especial - que no es el Thaipusam- porque hay bastantes con la cabeza rapada y teñida con una sustancia amarilla. Hay muchas familias.






















La cueva principal está en la montaña mayor, hay unas escaleras muy empinadas con 272 escalones y en la base una figura descomunal montando guardia, es Murugan, el dios de la guerra hindú y a quien están dedicadas las cuevas. Por las escaleras además del  colorido esta la amenaza habitual de los macacos, intentando robar todo lo que pueden.


Arriba del todo hay pequeños templos dentro de la cueva, es como si la montaña estuviera totalmente hueca, la luz y la lluvia se cuela por la parte superior mientras ellos atienden a sus ceremonias, como una catedral al aire libre.



Después de disfrutar de las cuevas y sobre todo de la gente, nos volvemos en tren. Antes disfrutamos un poco del diseño local de henna en las manos. Sigue siendo tradicional pero aquí triunfa con los turistas... no creo que esta sea henna, es demasiado negra.



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