viernes, 3 de julio de 2015

Hua Hin

Salimos de Phetchaburi en autobús local, muy local, con el suelo de madera, ventiladores de aspas en el techo, plafones de luz, cama para que el conductor se eche la siesta y espacio para la piernas tamaño Thai... bueno Thai de antes, porque aquí están creciendo, y por desgracia mucho a lo ancho, sobre todo ellas.... las seis comidas diarias si no son arroz y noodles se hacen notar. Pero bueno, vamos solo nosotros dos casi todo el camino. En una hora llegamos a Hua Hin. 

Nada mas llegar nos buscamos una guesthouse, nos quedamos en la primera que entramos a preguntar, esta muy bien y nos bajan 100 bath al día si nos quedamos tres. Esta en el centro antiguo del pueblo. Se llama Arees y es de un suizo y una thai.

Hua Hin es como un inicio de lo que debió de ser Torremolinos, un pueblo de pescadores con unas playas estupendas. Aquí el pueblo se ha conservado, aunque ahora las casitas son bares, guesthouses, masajes, .... y aquí siguen pescando y mucho... hay marisco por todos los sitios, y el tamaño de las langostas y las gambas es gigante, nunca las había visto tan grandes.


Ademas la playa tiene hoteles grandes y algunas torres de viviendas, pero muy espaciadas. Al estar cerca de Bangkok es mas una zona para locales, pero seguro seguirá creciendo. La playa es muy agradable, la arena es muy blanca, el mar verde y caliente, y no hay mucha gente... estamos entre semana. Los Thai no van mucho a la playa, solo a hacerse fotos, a subirse a los ponies, ... y alguno a bañarse vestido. 




En Hua Hin hemos disfrutado de una playa magnifica y de paseos kilométricos, la playa casi totalmente vacía se podía recorrer sin cruzarse con nadie, pero eso si, con mucha vida animal. Ademas de los caballos para los niños y no tan niños, hay mucha vida en este mar. Muchísimas almejas, algunas gigantes, y todos sus rastros cuando baja la marea.

Hay muchos tipos de cangrejos y parece que se han repartido la playa en zonas, al bajar la marea en la zona mas alejada hay millones de cangrejos minúsculos que se mueven como disparos, en algunas zonas hay tantos que parecen insectos, son cangrejos miniaturas, de 1 cm. En la zona mas cerca del agua hay cangrejos mas grandes, también muchos, que se dedican a limpiar la playa y comer almejas, pelean por meter sus pinzas entre la concha y ya no sueltan. Tienen una gran capacidad para esconderse en la arena en un segundo. 

Igual que hay vida hay mucha muerte, llegan a la orilla cadáveres de peces, sepias, calamares, pulpos, medusas, cangrejos..... y hasta una remora. Nunca había visto una desde tan cerca, en la parte de la cabeza tienen como una huella dactilar gigante que parece de neopreno para agarrarse a sus transportes.


Al principio de la playa esta el Hilton, antes en el pueblo todos los restaurantes con sus terrazas de madera sobre el mar. Al final de la playa, tras unos 5 km un monte y un templo, con un buda gigante de pie a la entrada del monte, mirando al mar.... nos volvemos a quemar un poco, aun con nublado y con crema, aquí el sol calienta infinito, y mas del 80% del tiempo cae casi perpendicular a la cabeza. Algún local se dedica a hacer surf... aunque no hay olas.



La  estación de tren es muy bonita, toda de madera, pintada de rojo. Por lo visto también en sus orígenes fue un antiguo pabellón real. Es muy posible que continuemos el viaje en tren... incluso hasta Malasia. A lo mejor también cruzamos a Birmania a extender el visado.... hay que planificar.



La otra atracción aquí es el mercado nocturno hay de todo, y mucha comida. Ademas de las langostas y tiger prawn, tienen todo tipo de mariscos y todos los hacen a la parrilla, incluido langostas de roca, vieiras, ostras, berberechos..... tienen cangrejo de herradura, sólo lo había visto en la tele. Y por supuesto todo tipo de pinchos. Probamos las costillas de cerdo, gambas rebozadas, patatas con salsa, dulces de coco con arroz, frutas... y entre pincho y pincho se puede comprar.





Nos quedamos tres días. Los días se pasan en la playa por el día y en el mercado por la noche, y comiendo y bebiendo como los locales.. al reloj se le perdió la correa en Kampot, así que vamos sin hora desde entonces, solo atentos cuando hay que coger un transporte.... así también comemos y bebemos un poco en desorden, poco y a menudo.... También relaja. Aquí hemos probado una especie de vieiras super planas a la parrilla con salsa, y calamares y gambas con ajos y pimienta. Gamba-calamar es la clave cuando estamos cerca del mar.... para coger reservas para cuando vayamos al interior. La fruta es estupenda y barata y hay vendedores en todos los sitios, el mango esta delicioso y la sandia muy fresca, .... siempre cae algo en el desayuno. Aquí el desayuno lo acompañamos con sándwich caliente del 7/11. Aquí también caemos por primera vez en el Burguer King.





En la parte de los pescadores se puede ver los secaderos de calamar, también aquí de pulpitos. Se deshidratan al sol ... pero me sigue dando pena verlo, con lo buenos que estarían a la plancha. Los carritos con calamares secos colgados con pinzas son muy populares.


Estamos haciéndonos a la  nueva moneda, a los nuevos precios, a las distintas maneras de vender... bebemos menos cerveza al no ser tan extremadamente barata, sin embargo el agua cuesta menos. La comida fue baratisima en Phetchaburi pero aquí es más cara. El alojamiento calidad precio aquí esta muy bien, mejor que en Phetchaburi, y mas o menos como en Camboya, pero aquí mucho mejor atendido. De momento no hay diferencia de precio entre ventilador o aire acondicionado, por lo menos no tanto como en Camboya. Gracias a Dios ya no me dicen 30 veces al día tuktuk sir, y normalmente los precios están escritos. En Camboya aún estando escritos en las cartas se regateaban.... Ah, y también gracias a Dios hoy hemos ido a la lavandería, hasta planchada nos la han devuelto... que gusto


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