sábado, 18 de julio de 2015

Penang

Se acabó el Ramadán. Esta gente puede volver a comer durante el día, así que aquí ha sido fiesta nacional, no me extraña.... en teoría tampoco pueden beber, y al caer en verano son casi 14 horas, a mas de 30 grados,  con humedad extrema. 

Con el tema de la fiesta nacional de dos días hay mucho lío para moverse y de hoteles, así que nos hemos quedado en Penang un poco más,  aunque hemos tenido que cambiar de hotel. Hemos aprovechado para hacer algunas visitas por los alrededores de Georgetown, por la isla de Penang. .. y también un poco de logística,  incluido cambio de hotel, billetes de bus para Ipoh el domingo, colada, ... y descanso general

Sobre Georgetown hay una colina, Penang Hill, a la que se puede subir en funicular. Es pura selva tropical. No hemos subido, pero nos hemos acercado al jardín botánico que está en la falda de la colina, es como un botánico incrustado en una selva. Es agradable, pero no es espectacular - como el de Kandy en Sri Lanka -, de hecho llaman más la atención los animales que los árboles.  


Esta lleno de monos, ademas de los de anteojos aquí hay una especie de macaco más pequeño, con cara de abuelo aburrido, y también malas pulgas. Hay ardillas y varanos grandes,  que nadan o andan comiéndose bichos por ahí.  También muchos colibríes,  algunos minúsculos, otro más grandes y muy rojos. Y muchas mariposas y pocos mosquitos. De los árboles llaman la atención los que están en la falda de la selva, y unos que parece que echan las hojas mojadas y pegadas, y que se forman al secarse.



Hemos venido en bus, pero hemos vuelto andando para ver la ciudad y la costa. Las torres de casas de más de 50 plantas están por toda la ciudad moderna, curiosamente entre ellas han sobrevivido bastantes mansiones coloniales y de los inmigrantes a veces literalmente pegadas a las nuevas torres. 


También nos hemos acercado al templo budista más grande de Malasia,  se llama Kek Lok Si, y también está fuera de la ciudad. Es verdaderamente grande. Es un templo budista chino, muy comercial lleno de chiringuitos y tenderetes para creyentes y no, con muchas actividades para poder donar a gusto. Y el aspecto de las tiendas en general son como las de un chino todo a 100, pero todo tamaño XL.  


Pero está bien, a mi me ha gustado, hay mucho ambiente local abajo con mercados y zonas de comer y el edificio es llamativo,  con la estructura de templo chino, pero llenos de zonas peculiares.  Tiene un estanque para liberar tortugas, algunas se han puesto bien gordas. 


Una gran pagoda amarilla en la zona derecha. Muchos templos con Budas e incienso por todos los sitios. Y en la parte más alta una estatua de 37 metros de la diosa de la misericordia china. Complejo vistoso, creo que merece la pena acercarse si hay tiempo suficiente.



Hemos recorrido la parte norte de la isla en bus, pasando por Batu Ferringui pero sin bajarse,  es como el Benidorm de aquí,  la playa casi desaparece con la marea alta y dan directamente a hoteles y apartamentos.

En la esquina oeste esta el parque nacional de Penang, donde fuimos a hacer trekking y bañarnos en Monkey Beach. Es una zona de selva, pero el trekking es fácil,  tiene hasta escaleras a ratos, pero se suda mucho. Es una hora y media hasta la playa.  La playa es muy bonita,  el mar se ve verde y el agua está estupenda, desde el mar se ve la selva toda alrededor de la playa. Hay unos pocos chiringuitos de madera, y se ve que hay muchas opciones de actividades locales para temporada alta, hoy esta muy tranquila. No pega mucho un quad en un parque natural. 


Lo de Monkey Beach....es fácil de imaginar



La cocina en Penang y Georgetown es una de las grandes atracciones, con tanta mezcla de culturas era de esperar. Para disfrutarlo como siempre hay que probar, señalar, equivocarse de vez en cuando, ... y que el paladar y el estomago se acostumbren. Hay zumos variados, aunque estaban más ricos en Tailandia o Camboya, nuevo he probado el star fruit (carambola en España), las naranjas de ahí son menos mandarinas que las Tailandesas,  pero en general la fruta es más cara. 



La comida india es fuerte y sabrosa, y había puestos especiales por el ramadan y también los platos típicos en hoja de banana. La china dominada por los noodles de todo tipo y por puestos callejeros, incluidos muchos dulces y salados, aunque a veces demasiado fritos. También cocina al vapor en las cestas tradicionales. 


Los food court son muy completos, fácil de saber lo que te comes y a veces buscar un sabor más occidental.... y cómodos.  Los puestos callejeros están tan abarrotados que a veces cuesta encontrar donde sentarse. 


Dentro de los puestos quizás el más curioso no era de comer, era un tipo que se dedica a adivinar el futuro .... con un loro!!! Parece ser un es una tradición india. No le pregunté nada. 


Me empecé y terminé Fiesta, de Hemingway, aquí. Estaba en la lista de pendientes y San Fermin me lo ha traído a la memoria, en el shop house se leía estupendamente ...aunque también me he estado pegando con el blog, las fotos, el Dropbox,  .... y demás. Me ha gustado a ratos, y me ha recordado el Camino, por Burguete y Pamplona. La Fiesta ya era fiestón entonces .... una semana sin parar. Me recuerda mucho el estilo de los diálogos de Adiós a las Armas, pero me quedo con Por quien doblan las campanas.  Parece que escribe muy inspirado por su experiencia personal, en todos los casos.



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