Kota Kinabalu es una ciudad con mucha vida, poco que ver en cuanto atracciones, pero muy de disfrutar su gente y sus mercados, los secos y húmedos (este es el de pescado). También los mercados nocturnos para comer con una gran variedad y todo muy fresco.
Nos quedamos aquí un par de veces, recién llegados de Brunei y antes de irnos a Indonesia. Nos quedamos las dos veces en una guesthouse que se llama Borneo Backpackers que tiene buenas referencias, esta céntrica y nos cuidan bien. Son dos noches al principio porque la tercera nos vamos a Semporna en bus. Tres a la vuelta para temas logísticos.
La ciudad fue bombardeada en la II Guerra Mundial así que no queda nada. Un reloj de madera inglés que parece de pueblo y un observatorio en lo alto de la montaña desde donde se puede ver la ciudad y las islas de enfrente. Todo el frente del mar son centros comerciales, mall tras mall, un poco raro, suena a blanqueo de dinero como en Panamá.
Detrás de los centros comerciales, justo al lado del mar es donde están todos los mercados locales. Están los de comer y los de comprar. En los de comer el más impresionante es el de pescado, hay dos, uno más espectacular y barato que se llama filipino, y otro a la entrada que parece menos popular.
La verdad es que la variedad de vida marina es impresionante, pero da un poco de pena, son peces que estas acostumbrado a ver debajo del mar, no muertos, aunque están tan frescos que todavía mantienen el color. Es curioso que no siento la misma lastima por los peces que veo en Madrid en el Mercado Maravillas, será la costumbre.
Entre los mercados de comprar el seco, de la fruta y verdura, está cubierto y muy animado aunque ya no nos sorprende tanto esta parte. En la zona de fuera hay unas señoras que venden hojas de palma para cocinar y otras que hacen unos cestillos con juncos para cocinar el arroz, muy visual. Todo el mundo muy sonriente y agradable, te explican todo lo que preguntes.
El mercado húmedo, el de pescado, también es doble, el de la zona filipina y en la del mercado principal. De nuevo los mismo colores y variedad. Sorprende el tamaño de los bivalvos, la variedad de calamares y sepias, los peces de colores y los atunes descomunales que están despedazando, vuelta y vuelta tienen que estar estupendos. Hay que pillar cocina ya!!!
La parte logística un poco como siempre, hay que lavar, comprar productos básicos, algún respuesto tecnológico (la batería del teléfono ha muerto), coser alguna cosa rota con los locales y por supuesto la logística de la siguiente parte del viaje por Sulawesi y Bali. Entre medias actualizar el blog, limpiar fotos, comer y cervecitas relax. Para todo hay tiempo.
Me he terminado aquí La gesta del marrano, un libro de Marcos Aguinis. Recomendable. Novela histórica de cuando no se escribía sólo novela histórica, está bien escrito y documentado. La historia de un judío conversó y su familia en las Américas. Las intrigas políticas en el Nuevo Mundo y sobre todo la lucha por la libertad de conciencia. Me recuerda alguna de las ideas del maestro Sampedro: a veces se puede ser más libre dentro de un calabozo que como ministro de un tirano.
Se me acaba Malasia después de casi tres meses, una pena. Hemos estado genial y la gente nos ha tratado de maravilla. Indonesia va a ser un poco más complicado, sobre todo los transportes ... pero esta lleno de maravillas pendientes de ser visitadas.
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