sábado, 31 de octubre de 2015

Togean - Malenge

El paraíso. No otro paraíso. El paraíso.


Hemos venido específicamente a un sitio que me recomendaron unas viajeras australianas en Bunaken, se llama Sera Beach.  Malenge es una isla bastante al este del archipiélago, rocosa, y de vez en cuando se abre entre las rocas una pequeña bahía. Sera Beach está en una de estas aperturas, pero una espectacular de arena blanca, mar turquesa,  cocoteros y diez cabañas de madera con hamacas.


A veces la vida es fácil y el viaje también,  este es el sitio para realmente no hacer nada, dormir, comer, tumbarse en la hamaca,  leer, bañarse,  dormir ....un ciclo del que no te cansas ni te aburres, por los menos en los  4 días que hemos estado. Con las mejores vistas que haya tenido jamás.  Cada vez que levantaba la vista del libro te quedabas sorprendido de nuevo al ver el mar entre las palmeras. Además la mayor parte del tiempo hemos estado completamente solos. Y sin mosquitos. 


El primer día fue bastante social, había mucho viajero independiente,  cuatro parejas alemanas y austriacas, un vasco francés,  un israelita y una china. Buen ambiente e intercambio de información,  curiosamente casi todos estaban sólo tres semanas de vacaciones, poco tiempo para llegar hasta aquí. Al día siguiente se fueron todos y sólo el último día volvimos a tener un  pareja de franceses y otra de alemanes locos que viajan en bicicleta.  Si es difícil moverse por las islas de Indonesia en bici es casi imposible. 

El sitio parece propiedad de locales y llevado por locales, aquí conozco a un personaje, tío del dueño,  el Señor Barracuda.  Está sólo de visita, el es funcionario de turismo en Poso, en Sulawesi, me habla del conflicto que hubo allí,  entre cristianos y musulmanes, él me dice que era más política que religión,  de unos contra otros, de viejas rencillas en los pueblos, como cualquier guerra civil, simples odios. A el le quemaron la casa y el coche, se tuvo que ir, ahora ha vuelto. Cree que volverá a pasar, que unos olvidan, pero otros no. El Señor Barracuda se ríe mucho, me ayuda con mi indonesio,  y me aconseja que diga que estoy casado y tengo dos niños .... los locales me entenderán mejor.



Todos los días  nos hemos ido a hacer snorkel. En nuestra playa por las tardes se vienen a refugiar las crías de tiburón de punta negra. En el fondo arenoso se encuentra algún lenguado. Los peces payaso también son muy coloridos e inquietos aquí,  de estos nunc me canso tampoco. Con la marea baja los corales de colores se quedan al aire, y sorprendentemente no se mueren.




Yendo hacia las playas de la izquierda hay más vida. Más corales no espectaculares pero muchos peces, incluidos los murciélagos de cola larga que nadan muy elegantes. Lo mejor es el banco de sardinas que nos rodea y deja un agujero en el interior mientras todo a tu alrededor esta vivo y en movimiento.  Las barracudas flotan tranquilamente sobre el banco y de vez en cuando se lanzan al ataque abriendo calvas en el banco y haciendo mover a las sardinas a pinceladas. 



La playa se disfruta más por la mañana con la marea baja. Una franja de arena blanca y un mar hecho para flotar, no para nadar, tan claro que da sed. Pero estamos muy cerca del ecuador y si te descuidas te fríes, yo ya estoy negro otra vez.


Nos animamos a hacer poco, sólo un pequeño paseo por la isla, pero es un territorio muy irregular. Estamos vagos, visitamos varias playas entre paseos por el monte y nos quedamos en una en la que un local se esta dedicando a la explotación del coco. De uno en uno contra una lanza terrible los va abriendo y apilando,  cortados al medio para luego ahumarlos. 


Lo peor es la comida, muy repetitiva, arroz,  vegetales, huevos y atún.  Estas islas tienen una logística muy complicada y tienen que vivir de los que producen en la zona que es muy limitado y con  un  transporte lento y caro para ellos. Hasta el papel del baño se paga por separado. Aquí todavía hay agua de los pozos, pero en muchas islas se han secado por el retraso de las lluvias. Sólo los cocos parecen estar a mano.



Carlos me ha mandado de regalo A Flor de Piel, de Javier Moro. Que mejor sitio para leer que este. Me ha gustado. Me gusto la Pasión India, me gustó el 75% de El Imperio eres tú. No conocía la historia que me parece apasionante, por la aventura y por la determinación de todos ellos. Y los personajes de las colonias, o Santos o Villanos, pero casi siempre ganando estos últimos,  en eso poco hemos cambiado.

Decidimos irnos, con pesar, pero quiero ver algún sitio más,  aunque de estos sitios en los que estás tan bien cuesta dejarlos.  Por cierto, el paraíso cuesta 13 euros por día, todo incluido. 



martes, 27 de octubre de 2015

Hacia Togean

Estamos en las Islas Togean,  en el golfo de Tomini en Sulawesi,  de vuelta en el hemisferio sur y en el Mar de las Molucas. De esta zona siempre había leído que era muy difícil llegar y muy difícil irse. Las dos afirmaciones siguen siendo ciertas. Pero vamos por partes porque de camino hay que subirse a casi todos los transportes.



Salimos del Parque Nacional de Tangkoko en un taxi compartido, bueno un coche local. Nos damos varias vueltas por el pueblo buscando clientes y finalmente encontramos a dos señoras que se nos unen. El pueblo para ser tan pequeño está lleno de iglesias,  algunas muy grandes. También se ve a la gente haciendo barcos de madera de un solo tronco a la puertas de su casa, totalmente artesanal. Todo el camino estamos rodeados de cocoteros. Nos cuesta poco más de un euro y medio por cabeza que nos dejen en la estación de buses.

En la estación nos subimos al bus a Manado, una antigüedad.  Las mochilas en la baca, con el sol del Ecuador se explota mas de un frasco. No nos vamos hasta que se llena, somos los únicos bule por aquí. Al llegar a Manado tomamos un mikrolet al centro, ya me oriento en la ciudad y su curioso transporte.  Voy aplastado por mis mochilas con el conductor en el asiento delantero. Los dos transportes valen un euro por cabeza. 


Intentamos quedarnos en el Istanaku Guesthouse pero no les queda sitio así que nos quedamos en el hotel de al lado, más triste,  pero suficiente. El día lo pasamos por la calle principal enfrente del mar. Necesitamos hamburguesa así que nos vamos al centro comercial. Tampoco aquí hay ningún bule así que de vez en cuando alguien se acerca a preguntarnos de donde somos pero en general son muy educados y  normalmente sólo nos saludan y sonríen.  Nos atiborramos de bollos recién hechos que ya teníamos ganas y no enteramos de la logística para ir a Gorontalo, el pueblo de  donde salen los barcos a las Togean.

Es un viaje largo. Nos vamos en un coche compartido con locales, en teoría más rápido y cómodo,  y sólo 150.000 rupias por cabeza, casi lo mismo que el bus. Vamos 7, un niño y una gallina. Nos lleva más de 11 horas, serán unos 450 km, pero además hay que buscar a los pasajeros y  luego dejarlos al llegar. La carretera es estrecha y una curva continua pegada al mar de las Célebes,  por la noche llegamos al de las Molucas. 


Por el camino atravesamos  zona rural y no nos detenemos en Tomohon,  tiene un mercado famoso con todo tipo de comida local, incluidos murciélagos,  ratas, serpientes, .... pero lo que nos echa  para atrás es la carnicería de perros, aquí son plato habitual. En cambio paramos a comprar algunos snacks y comemos al lado del mar, mas atún,  en la típica fonda local. Al ferry solo vamos la madre con el niño y nosotros, llegamos a las 7 de la tarde, noche cerrada así que de Gorontalo solo vemos luces de algunos negocios, como en Manado no hay alumbrado público. 

El puerto esta animado pese a la hora, este ferry sólo sale dos días a la semana así que hay mucho movimiento local.  Con esta frecuencia de ferries es importante planificar cuando vienes y estar atento a los horarios. Compramos un poco de comida y galletas de supervivencia, son otras doce horas en el barco. 

Nos sacamos billetes bisnis,  o sea un asiento que se reclina con aire acondicionado, unos seis euros. Por menos de un euro puedes alquilar una colchoneta y tumbarte en el suelo,  no hace falta porque esta zona va vacía y dormimos estirados en tres butacas. Allí nos volvemos a encontrar a la madre con el niño, quizás el más tranquilo que conozca, como de un año,  no se queja ni una vez que en las más de 24 horas que viajamos juntos. 

El barco carga los coches y los pasajeros y nos vamos, 40 minutos antes de la hora - nunca te fíes de los blogs que dicen que salen tarde, son la experiencia de un día-  en el barco hay una  zona con doble hileras de madera donde se apilan decenas de personas, allí se acuestan a dormir,  es como  un hostal de peregrinos gigante con calor ecuatorial. 

La verdad es que se mueve mucho al salir, pero leo un poco y al rato me quedo dormido, casi todo el viaje me lo duermo, así que se me hace corto cuando llegamos a Wakai a las 7.00 de la mañana. Wakai es el puerto principal de las islas Togean.  Salimos un poco atontados del barco y nos vamos a buscar el barco público para ir a la siguiente isla, nuestro primer destino aquí, Malengue.


Los barcos públicos no pasan todos los días,  no por todas las islas, y con unos horarios complicados. Por ejemplo hoy sale por la tarde, y llegaría a Malengue de noche, así que nos decidimos a charterizar - como dicen aquí- uno privado. Estaremos unos diez viajeros en Wakai, una pareja de franceses  muy agradables (ella claramente femme lunette) van en nuestra dirección así que compartimos el coste y se nos queda en 100.000 rupias por cabeza.

Nos vamos en una barca pequeña de patinadores, nos lleva Papa y su ayudante, nos lleva casi tres horas llegar, pero es una excursión en si misma, el agua es muy transparente, a veces verde, a veces azul. Las islas muy montañosas, con poco playa pero muy verdes, con pequeños pueblos de pescadores encima del agua en palafitos y cocoteros.


Estos son orang bajo, los gitanos del mar. Ya no tan gitanos, ya no viven en sus barcas, el gobierno ha construido estos pueblos sobre el agua, con sus casas de madera, sólo la escuela y la mezquita son de ladrillo y están en tierra. Todo esta muy limpio, hay muy poca población, poco viajero, insuficiente para estropear nada.


Ahora empieza el verdadero viaje por las islas, hasta ahora sólo hemos llegado.

domingo, 25 de octubre de 2015

Tangkoko

Hemos decidido acercarnos al Parque Nacional de Tangkoko.  Es uno de esos sitios en los que en teoría podremos ver animales autóctonos,  algunos sólo de Sulawesi,  algunos marsupiales como sus familiares de Australia. No es un sitio fácil de llegar por tu cuenta y este año están teniendo muchos fuegos, pero apetece  campo y un poco de animales terrestres.


Salimos sin novedad a las 11.00 de Lembeh.  La barca nos deja en el puerto. Allí tomamos un ojek,  una moto cada uno, que con mochilas y todo nos lleva a la zona de mikrolet de Bitung. En el paseo en moto tengo uno de esos momentos de éxtasis de viajero mientras cruzamos la ciudad y suena la llamada en la mezquitas, es un éxtasis por la libertad y estar en otro mundo, no por la belleza ni mucho menos, sino por la autenticidad. 

Después de intentar entendernos con los locales nos subimos a un mikrolet destino al pueblo de  Girian. Aquí gracias a las señoras del mikrolet encontramos los pickups para ir al parque nacional.  El pickup son camiones pequeños que bajan al mercado y traen de vuelta a los locales con sus compras. Aquí hemos sido la atracción. Nos ha llevado dos horas y media, menos de tres euros por cabeza y muchas relaciones locales. La verdad es que el transporte, aunque complicado, está yendo mejor de lo esperado. Siempre te intentan colar un transporte privado, pero cuando dejas claro que quieres público te ayudan a encontrarlo. Normalmente estamos pagando el precio local, a veces no, pero hasta ahora siempre nos están ayudando.


Había contactado con un local que tiene aquí unas cabañas,  Frankie,  y aquí nos hemos quedado, se llama Tangkoko Hill y están muy bien, 400.000 rupias dos personas con pensión completa, a la puerta del parque nacional. Hoy está cerrado por el fuego, a ver si mañana abre. Parece que los fuegos son intencionados, afortunadamente muchos sólo queman la hierba y no los árboles. Parece ser que este año por El Niño la sequía es más drástica. 

Nos hemos dado un paseo por el pueblo de pescadores y la playa. Es un pueblo católico, la gente muy agradable y sonriente. Todos están construyendo sus casas con ladrillos que hacen de forma casera con arena volcánica. Es domingo y hay una fiesta local, todos traen su comida y la comparten en grandes mesas corridas. También se ve a muchos locales que vienen en motos con gallos o gallinas. Los cerdos, gallinas, vacas y perros campan a sus anchas. Los locales nos siguen saludando, no hay más blancos en el pueblo. Nos llaman bule, blancos, y sonríen. 

La playa es volcánica espectacular de arena negra,  pero lo mejor es el ambiente real de pescadores que se ve en la zona, con barcas con luces para la pesca del calamar, casetas flotantes para la pesca con cestas y muchas barcas con patinadores de bambú. 


Finalmente nos quedamos sin ver a los tarsios,  el primate de grandes ojos, el más pequeño del mundo, también al cuscus que es un marsupial de la zona y a los macacos negros (bueno, de este vimos uno en Bunaken que tenían como mascota, no muy agradable de ver por cierto). El fuego ha ido a peor, van a cerrar el parque una semana así que seguiremos viaje. Los tarsios espero verlos en Filipinas si hay más suerte (ahora hay un tifón allí). Los fuegos por lo visto van a peor, hasta aquí no nos había impactado tanto. Me han contado que en Borneo esta ardiendo la turba a profundidad y esto ya no se podrá apagar de manera manual, probablemente hasta las grandes lluvias. El indonesio confía en que la naturaleza solucione todo por si misma, y sin duda lo haría sin tanta intromisión humana.

Hemos pasado el día en la playa, solos,  ni un alma. Claro,  a esta gente no les va mucho el mar en su tiempo libre, y además menos con el sol del mediodía.  La mañana la paseamos por la playa,  la tarde la pasamos andando por el  borde del parque nacional,  está lleno de pájaros. Aquí por lo visto se hace mucho avistamiento de pájaros,  muchos son endémicos.


En las cottages como las llaman aquí se está bien la comida es demasiado abundante. Aquí conocemos a un inglés que viene a ver sólo pájaros un par de semanas, luego se le unirá su mujer. También a un americano de madre nicaragüense al que le persiguen los fuegos. Por el nos enteramos de otra opción para ir a Rajá Ampat .... otra vez la decisión. 

Me extraña no ver a todo el pueblo apagando el fuego que está tan cerca,  se ve desde la playa. También me extraña la explotación del parque nacional. Parece de muy corto plazo, solo intentando colocar a los guías para la visita a los tarsios y monos, visita de un día, pero sin ninguna infraestructura que atraiga más actividad. 

Me he leído un libro en inglés,  de papel, de playa, que dejó en Kota Kinabalu una azafata alemana a la que ayude con su buceo en Sipadan. Se llama The Other Daughter,  de Nora Gardner. Es el típico bestseller policíaco,  pero esta entretenido para la playa, mucho mejor la trama que el desenlace. El final me parece un poco malo, como demasiado forzado para hacer una película mala, como la relación entre los protagonistas, sin embargo la historia me entretuvo. Intente leerme Catch 22 que tenia muchas ganas, en inglés también, pero ha sido una decepción, no he pasado de la página 50 no me ha gustado nada, me ha pasado como con En la carretera de Kerouak,  que no lo pude terminar. Quizás libros generacionales que en otra generación significan menos.

Por lo demás no hay nada mas que se pueda hacer aquí, así que nos vamos.



jueves, 22 de octubre de 2015

Lembeh

Después de  mucho darle vueltas nos hemos venido al Estrecho de Lembeh.  Uno de esos sitios del que había oído hablar y que ni siquiera había planificado venir. En teoría el sitio por excelencia para el muck o macro diving y donde más especies nuevas aparecen. Siempre me ha tirado para atrás lo del buceo en el barro, soy más de coral brillante, mar azul y bichos de colores, pero es una oportunidad única,  ha unos 60 km de Manado, y esto si, aunque buceo, muy diferente de Bunaken - y no me olvido definitivamente de los 4 Reyes de Papua!!!


Lembeh es una isla muy montañosa al otro lado de la punta de la península norte de Sulawesi. El espacio que separa a la isla de Sulawesi se conoce como el estrecho de Lembeh. Hay que venir desde Manado a Bitung, el puerto comercial, y luego tomar un barco. Después de decidir en Manado y pasar por la oficina de contabilidad de un resort de buceo nos animamos a venir, el sitio se llama Two Fish y tiene buenas críticas. Todas las opciones de buceo aquí son algo más caras que en Bunaken, básicamente porque aquí no hay ninguna opción Panorama. 

Desde Manado, y después de ir a buscar más dinero local, nos tomamos un mikrolet a la estación de buses de Paad Dua. Antes de llegar a la estación por un camino el conductor del mikrolet nos para un pequeño bus con mucho años encima que nos lleva a la estación de Tangkoko. Tras una hora y media de camino al llegar allí hay que tomar otro mikrolet hasta Bitung y una moto hasta APB Harbour donde nos recogerá un barquito.  Negociamos con el del mikrolet y se lo alquilamos para saltarnos los dos últimos trayectos, todo el transporte son unos cuatro euros por cabeza, tres por el mikrolet final privado. Nos lleva dos horas y media y mucho contacto local. Gente sonriente.

Ya había leído como era lo zona así que no me sorprende, el estrecho no parece un sitio para bucear. Mucho barco y grande. En el puerto no industrial también están haciendo barcos grandes de madera tradicionales.  Muy bonitos. La isla enfrente es muy montañosa, Sulawesi tiene volcanes relevantes en este lado. 


Nos viene a buscar el barco del resort, finalmente llevo una tarjeta de móvil local, en Sulawesi me viene bien para moverme. Enseguida se nota que aquí hay más nivel. En el resort hay 10-14 clientes, de personal más de 30. No es tan caro, un poco mas de 200€ por cabeza 3 noches, 4 inmersiones, todo incluido.  También los clientes son distintos, aquí casi soy el más joven, en Bunaken el más mayor. Aquí sólo se viene a bucear.  El resort tiene una playa pequeña pero no se puede andar por la isla. Mucha tumbona y hamaca.

El ambiente en  las zonas comunes es agradable, menos viajeros y mas turistas de dos semanas pero locos por el buceo. Toda la conversación gira en  torno a lo que han visto, ver las fotos del día y buscar los bichos en los libros. También eso cambia aquí,  soy el que tiene menos inmersiones de largo. Unas señoras han venido a este resort 12 veces!!! Otros se quedan aquí 14 días!!!! Y que tamaño de cámaras. Un poco asustado de que no se me de bien, la visibilidad es muy poca y hay que tener mucho cuidado con la arena.... y no estropearle las fotos a nadie y a ver que bichos raros se ven.  Me tengo que comprar un puntero de metal antes de salir a bucear, para sujetarme.  Que estrés más tonto.



Ha estado muy bien. De menos a mas. El agua bastante fría,  a 24C, y la visibilidad realmente complicada, pero las sorpresas excepcionales. Mucho mejor el segundo día que el primero, sobre todo porque pasé mucho frío. El segundo día me he puesto un traje de 5mm de manga larga.  La visibilidad ha mejorado.

Tuvimos un accidente en Bunaken así que me toca bucear sólo. Mi compañera de aventuras se ha dejado casi el dedo gordo en el barco de buceo, así que unos días al dique seco. Mala suerte, el accidente justo después de irse los médicos. Así que me toca de buddy una canadiense muy grande que me ayudó muchísimo, sobre todo el primer día. Vamos con un dive master busca bichos cada pareja.  Y sí, me compre un puntero de metal para apoyarlo contra el suelo arenoso, imprescindible para no mover el fondo. Si el resto de compañeros me parecían experimentados la realidad se ha quedado corta, algunos tienen más de que. 1.500 inmersiones!!! Flipante. Por cierto, también soy el único que no trae su propio equipo.

Y el arte del muck diving en Lembeh.... a la caza y captura de bichos. Los 15 primeros minutos te sientes idiota buscando por el fondo con un palito,  pero poco a poco mejora, sobre todo según se van encontrando bichos nuevos, casi todos desconocidos para mi. En 5 inmersiones he visto 52 bichos que no había visto nunca!!!! Además de algunos espectaculares que ya conocía pero en abundancia. Los videos son muy curiosos,  alguna foto buena también hay.... aunque aquí también mi pobre Lumix es la hermana pequeña pobre de todas las que van en el barco, así como mi poca práctica bajo el agua. He pasado de poner en el logbook gamba, cangrejo, pulpo, sepia o nudibranquio a ponerlos con nombres y apellidos. Un poco friki ya me he hecho.



Entre los más espectaculares está el Frogfish.  El gigante es de ciencia ficción,  lo había visto en la tele. Le sale un palito de la cabeza que usa como caña de pescar. Está totalmente mimetizado con la roca. Los diminutos realmente lo son, algunos del tamaño de una uña, es naranja con pequeños puntos rojo, le llaman Painted frog fish.


El Flying gunnard es un pez con alas como batman, con garras en la punta. Además tiene unas patas por las que anda por el suelo como si fuera a despegar. No sabes si nada o vuela.


He visto sepias de muchas clases, incluida la sepia cuttlefish, muy pequeña y colorida. La flamboyant casi no se ve contra el fondo pero tiene unos cambios de colores impresionantes, super brillantes a 20 metros de profundidad, parece un semáforo .


Hemos vistos pipefish muy curiosos, algunos muy finos con una diana en la cola no sé si para despistar a los depredadores. Pero el Robust pipefish, un bicho que nada o baila, no se sabe bien, era el más elegante aquí.  Se balancea como un alga más. 


La Peacock mantis, de colores espectaculares, como un pavo real, verde con cola azul. Ataca. Viven en agujeros y se mueven a la velocidad del sonido, así matan  a sus víctimas. También he visto la gigante, de 40 cm y la común. 


Entre las gambas de  coral están las coloridas con bandas pero otras muchas muy curiosas como la del coral champiñon. Las bailarinas son muy transparentes con los bordes azules brillantes. La gamba emperador es la que mas me ha gustado, están limpiado a los gusanos de mar. Por cierto, también muchos, un bicho poco agradable,  con un agujero para comer y otro para defecar, da un poco de grima y aquí son gigantescos.



Los cangrejos es la otra gran familia de la que he aprendido apellidos. El Cangrejo orangután aquí se ve mucho.  Es Un cangrejo que se va tapando con algas y se va haciendo un traje a medida. Es peludo y marrón, de ahí el nombre. Aunque el cangrejo decorado es espectacular como un árbol de navidad, el mismo proceso, pero este se pega corales.


Los peces cardinal, colgados de las anémonas como adornos de navidad también . Por los colores y por como se mueve uno de mis peces favoritos bajo el mar.


Las crías de algunos peces me han parecido sorprendentes, pero la que se lleva la palma es la del labios dulces. Nada que ver con  el adulto, con lunares blancos y volantes baila sin parar,  es agotador. Imposible una foto pero hay video. Curiosamente no se le llama Spanish Dancer, eso es un nudibranquio que vimos en Tulamben. 

Los peces escorpión también tienen aquí apellidos, quizás el más curioso es el de ambon y el weedy. Además todo son caminantes. Ahora me acuerdo la ilusión que me hizo ver algo parecido en Malasia por primera vez. Igual que el pez demonio que es de la familia también se ve en la arena, también colorido y diferente. Ya no me queda claro cuáles son los piedra, los escorpión o familias similares, pero todos son venenosos y difíciles de ver.




Los dragonets eran bichos que tampoco sabia que existían,  obviamente tienen un poco de pinta de dragón,  con alas y algunos espinas. El fingernet es el que más me ha gustado. Creo que son de la familia de los escorpión .


Los peces león aquí son  increibles, hay tan poca zona donde guarecerse que en cuanto hay una piedra están hay todas las especies acumuladas,  he llegado a ver hasta 10 volando en su propio aeropuerto. El cebra es de los más coloridos,  pero he visto casi todas las especies y tamaños.


Los pulpos también  ha sido otra familia a poner apellidos. Pequeños pero muy móviles y coloridos. Se ven mejor en los videos. El poison ocelate y el long arms son de los más espectaculares. El wanderpush cambia bastante de color según el animo y el susto.... se ve poco en las fotos (mias) pero en movimiento son de mis favoritos bajo el agua con las sepias.


Y  finalmente un caballito de mar que se ve a simple vista, ya tenía bastante de pigmeos. Parece ser que es uno común, pero a mi me ha hecho ilusión.


A los nudibranquios nunca les había prestado atención,  pero aquí los hay de ciencia ficción. Hemos visto bastantes reproduciéndose, son hermafroditas, así que no está claro como se organizan. Todos y cada uno tienen nombre especifico también. 



Se ven además actividades de documental, con  las gambas puestas con una antena pegada al gobi para salir huyendo en cuanto vea el peligro - la gamba ve poco y el gobi a cambio vive en la entrada de la cueva-, también las anguilas saliendo a cazar (a  veces a nosotros) y quizás los peces payaso más agresivos hasta ahora, me han mordido.


También hemos vistos bichos más comunes pero que siempre gustan ver como las rayas, los peces planos del fondo del mar, muchas morenas incluidas crias o las serpientes. Esta es una de bandas, son de los bichos mas venenosos del planeta.


Muchos de estos bichos solo existen aquí, en Lembeh, incluso el nombre lo lleva incluido. Vimos el dragón de mar de Lembeh, minúsculo,  entre caballito de mar y alga. A los entendidos les pareció lo mejor del día, a mi no, habrá que venir más. 

Los erizos andan a gran velocidad y son de colores como si también fueran adornos de Navidad. Se les ve más en un fondo tan gris.


Es sorprendente la variedad, la rareza,  pero a veces la continuidad, pasas de bicho a bicho en segundos. Increible , más cuando ves el estrecho por arriba, pero a veces también por abajo, algunos bichos ya viven en botellas de coca cola. Eso no va a mejorar.


Las medusas han colonizado la playa, y por la mañana asusta ver docenas en la arena, pero hasta de esto he descubierto una muy curiosa, la up side down,  que parece que tiene motorcillo. Difícil de describir, lo mejor en movimiento. 

El servicio en el Two Fish ha sido muy bueno, todo te lo hacen muy fácil, con el guía cada dos personas y otras dos personas más en el barco ayudando, hay que esforzarse muy poco. Ademas me gusta mucho que son todo chicos locales, bueno para el país pero también para el buceo, estos chicos conocen la zona perfectamente


lunes, 19 de octubre de 2015

Bunaken

Bunaken es el paraíso. Uno mas. Mucho mejor que mis expectativas. Lo tiene todo para no querer irse. Vine pensando en el buceo y he tardado cinco días en hacer la primera inmersión.  Muy social, muy internacional. A la vez el tiempo se pasa sin  verlo. Ahora que cuento... han sido 10 días. 


Nos hemos quedado en Panorama. Nos estaban esperando en una barquita cuando llegamos a la isla y nos acercan al resort (que no es un resort). Hemos decidido este sitio porque la escuela de buceo tiene muy buena reputación. El alojamiento está en la playa y sobre la ladera, unas casitas de madera, con terraza, unas hamacas estupendas,  el ruido del mar para leer y dormir, la playa a los pies y el agua super transparente, el coral realmente espectacular y la vida dentro del agua infinita.  12 € por día por cabeza con pensión  completa. 25€ la inmersión sin límite de tiempo, algunas de 90 minutos. Un lujo.


El sitio también tiene un ambiente viajero que desprende energía,  al hacerse las comidas conjuntas siempre se conoce gente interesante.  Hemos tenido la suerte de coincidir con tres médicos madrileños que están de vacaciones, Ana, Cesar y Carlos, y nos hemos echado buenas risas, compartido actividades y además nos han pasado consulta casi a diario. Hemos heredado un botiquín muy completo y yo he descubierto que tengo el manguito de los rotadores (o algo así) estropeado. Mantendremos la consulta online porque ya se han vuelto. El resto muy repartido,  la mayor parte del tiempo con dos canadienses, dos australianas, dos franceses y un ucraniano.

La playa es mejor de lo que esperaba, aunque no es espectacular y no está especialmente limpia. En la marea baja el agua se va muy lejos y se queda el coral casi al aire, así que los baños se alinean con las mareas.  El agua está muy caliente y es muy clara y transparente. En los laterales de la playa hay manglar, detrás bosque. Estamos en la zona de Pantal Liang.  Desde aquí el volcán isla Manado Tua domina el paisaje. Paseando por la playa solo se encuentran un par más de alojamientos, pero todo muy tranquilo, se está estupendamente en la playa leyendo y casi no ves a nadie.


El día se termina sin que te des cuenta,  con buceo o sin buceo, muy pronto se hace noche, como a las cinco, y todo los días nos regala una puesta de sol justo enfrente de la playa y las cabañas. El acceso a internet en medio de ninguna parte sólo de noche facilita socializar y dificulta la logística de viaje.




El mar es realmente espectacular.  Da igual cuantas veces lo hagas, pero cruzar la zona de Coral y asomarse al precipicio azul de la pared del arrecife es impresionante. El azul te llama, pero casi da vértigo.  La pared es totalmente vertical. Los corales son de los más bonitos que haya visto nunca. Visibilidad de mas de 30 metros y una luz increíble.  En la marea baja no hay ni medio metro de agua con los corales más espectaculares. Y además una vida  marina muy diversa. He leído que hay mìles de especies aquí.


En un rato haciendo snorkel se pueden ver todas las variedades de los peces de las anémonas,  ángeles y mariposas, ballestas de los más coloridas incluidos los payasos y los Picasso,  por docenas. Todos los tipos de peces globo y puerco espín. También los cajas. Los peces trompeta, de todos los colores. Peces león y peces escorpión.  Todas las variedades de cirujanos, soldados, damiselas, loros, etc.... y los que no sabían que ni existían y he descubierto aquí.  En cada inmersión he visto al menos unos 5 bichos que no había visto antes, incluido cangrejos, gambas, etc.


Se ven todos los peces de arrecife y se ven algunos bichos grandes, aunque menos. Hay muchas tortugas. Muchas y grandes. También se ven barracudas dándose vueltas y peces Napoleón,  también bastante abundante. Tiburones y otros bichos más grandes se ven poco, solo en cavidades, y alguno pasando de vez en cuando. Y cuando te sales, en los fondos arenosos y las algas descubres un montón de  bichos curiosos. Estrellas de mar muy coloridas, erizos bastante peligrosos, pipe fish (el hermano alargado del caballito de mar), gusanos de mar raros de colores, lenguados,  crías de león, pequeños peces escorpión,  ... bichos que no sé lo que son!!!


Un día nos hemos hecho un tour con el padre de la dueña del resort, Papa Nose. Nos ha llevado a ver delfines. Ha sido realmente increíble,  de las mejores experiencias del viaje, pero también vitales. No por los delfines,  hemos visto decenas de ballenas piloto y hemos nadado y hecho snorkel con ellas, cuatro veces, al menos hemos visto 30 bajo el agua. Increíbles,  algunas de 6 metros. Cuando están muy cerca se hunden como torpedos gigantes, todas a la vez. Realmente una imagen que voy a recordar siempre.


Y si, hemos visto delfines, a cientos. Hemos ido bastante lejos,  ya  casi se acababa Sulawesi. Son unos delfines muy tranquilos,  estaban cazando atunes y han estado todo el tiempo alrededor, saltando y  nadando muy cerca del barco. A la vuelta hemos parado en Pulau Síladen.  La isla que vimos desde el avión.  Un coral, una vida y un agua simplemente insuperable. Un español, un holandés y un francés (como en los chistes) han hecho un rato de cebo humano agarrados a una cuerda del bote, no han conseguido mucho pero les cuenta como actividad. Sólo Carlos se ha salido blasfemando.



Nos hemos acercado al pueblo capital, un paseito de 45 minutos con los compañeros ibéricos.  Un poco polvoriento por la sequía no tiene gran cosa que ver, pero es agradable. Un local que estaba partiendo cocos nos ha invitado a todos a uno, refrescante. El pueblo es pequeño con una iglesia grande. La gente agradable y sonriente. Unas cervezas y unas bravas locales y vuelta andando.



Y finalmente hemos buceado. Siempre por la tarde para no madrugar. Donde más me ha gustado ha sido en la zona de la pared, en Likuan I, II y III. Hemos visto literalmente de todo. En el muro comiendo y nadando muchas tortugas grandes, en el azul tiburones de punta negra, muchos napoleones,  bancos de trevelly y atunes, de peces murciélago. También bastantes morenas y langostas es la cavidades, en todas las inmersiones.


En la corriente se ven muchas escuelas de distintas especies que van como por autopistas, quizás los más espectaculares son los de peces  ballesta morados y los coloridos mariposas, y todos los banner fish y damiselas que se puedan imaginar.


El pez león requiere una mención especial, se ven continuamente y de todas las especies, siempre entre 3 y 5 especies por inmersión. He visto por primera vez el enano, el completamente rojo, el de puntos gemelos azul, ademas de los tradicionales rojos, marrones y negros, pero aquí de todos los tamaños posibles y entre corales coloridos.


Y claro todos los especies raros o absolutamente raros que no había visto nunca, las variedades de pez piedra, la variedades de pez escorpión hoja de los que hemos visto hasta tres colores distintos, tres tipos de peces unicornio, almejas eléctricas que se iluminan en la oscuridad,  nudibranquios de dibujos animados,  peces pipa fantasma que son como corales flotantes,  abundancia de caballitos de mar pigmeos, el pez cocodrilo con su cabeza que le da nombre, cangrejos y gambas únicas,  dentro de la esponjas gigantes, cangrejos boxeadores, .... y varios bichos que no encontré en ningún libro!!!! A veces es difícil verlos hasta en la foto.






Aquí he hecho la mejor inmersión nocturna de mi vida, privada, en Cela Cela, el dive master y yo durante más de 90 minutos. Ya saliendo de la playa con el snorkel he visto bichos que no había visto nunca, como el tiburón bambú, una nueva especia de pez hoja rinoceronte, bancos de peces cabra enredados y también raya de puntos morados y pez león. 

Nada más bajar ha sido espectacular, cada dos minutos me estaba llamando para enseñarme algo. Entre lo más espectacular ver por primera  pez un puerco espín inflado que con la luz parece una lampara, múltiples nudibranquios gigantes como babosas de mil colores,  la sepia faraón que nos ha dado un espectáculo nocturno cambiando muchas veces de color, hasta cinco caballitos pigmeos verdes, azules y rojos, también una infinidad de tipos de cangrejo incluido el peludo,  el de los erizos,  patas largas, ermitaños gigantes, y lo mismo con las gambas, hasta cinco especies distintas.

También hemos visto peces durmiendo como zombies y como palos, los peces loro durmiendo en su saco de moco para que no los huelan,  pequeñas sepias blancas y negras, múltiples gusanos y pepinos de mar muy coloridos, peces pipa, peces roca y escorpión,  peces león azules con las alas completas, peces trompeta muy grandes de siesta, un par de morenas, almejas y erizos muy curiosos, como minas marinas, lenguados y peces planos, pez navaja, peces transparentes..... perdí la cuenta!!! Eso sí me he quedado un poco frío después de hora y  media debajo del agua de noche, a pesar de que estaba a 29 grados.



Realmente superando todo mis expectativas y entrando en el top 3 de mi buceo - relax plan. Todo 5 estrellas. Ahora seguir se va a hacer difícil,  de hecho después de esto decidimos saltarnos Rajá Ampat de momento, los cuatro reyes y en teoría un gran destino de buceo y posible relax ... pero después de este lujo a lo mejor nos decepciona así que lo dejemos para cuando tengamos más mono de ir bajo el agua y sorprendernos.